Con motivo del affaire que mantiene el Concello y la Universidad, (de Vigo) para obtener unos terrenos adecuados en el antiguo solar de Tafisa, donde poder construir una nueva facultad de Bellas Artes, en la actualidad estan ubicados en el antiguo cuartel de San Fernando, se puede aprovechar el momento para hacer una reflexión sobre el futuro de esta institución académica.
Después de algunas décadas, se puede afirmar que la universidad no fue la panacea que se esperaba para la ciudad en los felices años ochenta y noventa. Se puede decir que ha venido más a servirse que a servir a la ciudadanía. En estos años se le ha dado de todo, solares, edificios, parques, sedes institucionales...Han recibido subvenciones para cursos, jornadas, etc. Las contrapartidas más bien discretas. Los logros en investigación y la cooperación con empresas debe ser casi anecdótica. A nivel cultural se puede decir que su presencia en la ciudad es discreta, probablemente no sean capaces de editar un boletín semanal de actividades.
Ya en el campo docente conviene recordar que la universidad española y con mayor motivo la gallega, se ha convertido en una auténtica fábrica de parados. Ya son varias las generaciones de jóvenes frustradas laboralmente por esta institución.
Llegado a este punto, ¿no sería la hora de ir desmantelando esta institución? ¿Hasta que punto hay que empeñar toda clase de esfuerzos y dineros públicos en este engendro?
Lo más adecuado sería sacudirse el complejo de la titulitis y reconducir los esfuerzos para emplearlos en construir una auténtica cultura de la formación profesional, que es el presente y el futuro.
Cualquier partida dedicada en estos momentos a la universidad solo es tirar el dinero . Las crisis deben valer para algo. Que nadie piense que después de la que está cayendo las cosas van a seguir igual. La Universidad actual ya representa el pasado, construyamos pues el gran campus de la formación profesional, antes de que se adelanten otros.
Después de algunas décadas, se puede afirmar que la universidad no fue la panacea que se esperaba para la ciudad en los felices años ochenta y noventa. Se puede decir que ha venido más a servirse que a servir a la ciudadanía. En estos años se le ha dado de todo, solares, edificios, parques, sedes institucionales...Han recibido subvenciones para cursos, jornadas, etc. Las contrapartidas más bien discretas. Los logros en investigación y la cooperación con empresas debe ser casi anecdótica. A nivel cultural se puede decir que su presencia en la ciudad es discreta, probablemente no sean capaces de editar un boletín semanal de actividades.
Ya en el campo docente conviene recordar que la universidad española y con mayor motivo la gallega, se ha convertido en una auténtica fábrica de parados. Ya son varias las generaciones de jóvenes frustradas laboralmente por esta institución.
Llegado a este punto, ¿no sería la hora de ir desmantelando esta institución? ¿Hasta que punto hay que empeñar toda clase de esfuerzos y dineros públicos en este engendro?
Lo más adecuado sería sacudirse el complejo de la titulitis y reconducir los esfuerzos para emplearlos en construir una auténtica cultura de la formación profesional, que es el presente y el futuro.
Cualquier partida dedicada en estos momentos a la universidad solo es tirar el dinero . Las crisis deben valer para algo. Que nadie piense que después de la que está cayendo las cosas van a seguir igual. La Universidad actual ya representa el pasado, construyamos pues el gran campus de la formación profesional, antes de que se adelanten otros.
Outro fino análisis. Clarividente, Don Filiberto.
ResponderEliminarEllos tienen ideas mejores:
ResponderEliminar"Neo Universidad de la Unión Soviética" un macroproyecto para dotar de contenidos actuales a las instituciones universitarias: nuevos títulos, nuevos programas, nuevas aplicaciones prácticas.
GRADO DE TAMBORILERO DE GALICIA, título especializado en percusión tradicional de Galicia, con especialización en banda popular, intérprete de orquesta y animador sociocultural.
GRADO DE LUCHADOR ANTICLIMATICO, garantizar la formación de los ecologistas del futuro.
GRADO DE SINDICALISTA LIBERADO DE GALICIA, para que nuestros entrañables sindicalistas del futuro se puedan distinguir de meros aficionados, ostentando sus legítimos títulos profesionales, indispensables para ejercer el sindicalismo del siglo XXI.
GRADO DE TITIRITERO DE GALICIA, animación sociocultural en general.
GRADO MEDIEVAL, especialización en eventos de representación medieval, feiras francas, artesanos del medievo, en el futuro sólo los titulados podran ejercer sus negocios en estas celebraciones.
GRADO DE ADMINISTRACION Y DIRECCION DE PARTIDO, enfocado a la gestión integral de las organizaciones políticas. Sólo podrán ejercer cargos políticos quienes se hallen en posesión de dicho título.
GRADO DE NUEVAS RELIGIONES, para el ejercicio de las necesidades religiosas alternativas del futuro: culto al líder del partido, culto gótico, culto a Satán. Ünicamente los titulados podrán ejercer en celebraciones oficiales de Samaín, orgías, brujería y nigromancia. (excelente complemento como master para el GRADO MEDIEVAL)
Hay una infinidad de posibilidades para desarrollar la universidad del siglo XXI: solo es necesaria adecuada voluntad política e imaginación.
Propuestas de sentido común, como las suyas, don Filiberto, no tienen cabida en la España de nuestro tiempo.