jueves, 25 de abril de 2013

Fotografía de la "pedra Pinela"




En el blog "Calles de Pontevedra" apareció una fotografía panorámica de Pontevedra, datada hacia 1890.
Se aprecia el estuario del Lérez y el del río Alba o Rons.
Seguramente que el bajo o cabezo que se distingue entre los fondos de arena y fango que descubre la bajamar, es la célebre "pedra Pinela", el marco histórico de referencia que divide las tierras de Poio y las de la capital.
«Piedra Pinela que baña el mar, ordenándose en esta colocar el último mojón, número veintiocho y desde el cual, formando la divisoria en ángulo entrante a la parroquia de Santa María la Mayor de Pontevedra, sigue la divisoria por el centro de la ría mar de Lérez y Marín hasta el encuentro de la línea divisoria del Ayuntamiento de Pontevedra con el Marín que es el lugar de Estribela».

Es curioso que el término "pinela" como microtopónimo, aparece además en nuestra ría, precisamente en la costa de Poio, en la de Ardán y aun en Aldán, y se suele referir a una piedra que queda al descubierto con las mareas majas. Tal sería el caso pontevedrés, sepultada ahora por los rellenos de las marismas.

martes, 16 de abril de 2013

Los antisistema de Pontevedra


Resulta que en Pontevedra ser antisistema no es ser uno de los más de diez mil parados inscritos en la lista de desempelo de la ciudad. Ser antisistema no es estar censado en el extranjero como ya lo han hecho cerca de catorce mil vecinos. Ser antisistema no es ir al comedor de San Francisco o dormir en la calle. Ser antisistema no es estar afectado por la estafa de las preferentes...
Pues nada de eso. En Pontevedra para ser antisistema tienes que mililitar en el BNG. En el mejor de los casos llevar un cuarto de siglo chupando de las rentas de la política local, caso del alcalde de Lores, o estar más de veinte años seguidos como diputado provincial, caso de Mosquera.
Ser antisistema es tener un sueldo fijo blindado, a poder ser del grupo A y en el área de la educación o de la sanidad, caso de Bará, Raimundo o Demetrio.
En fin, ser antisistema es arruinar a la sociedad civil y ufanarse de que al menos los jóvenes, aunque no tengan futuro en Pontevedera, siempre pueden pasear sin coches por la plaza de la Peregrina.
Como ser antisistema es haber estado  dedicado a la política durante veinte años, y después de dejar arruinada sociedad y el propio partido, reincorporarse a la plaza de profesor, como si aquí no hubiera pasado nada. Es el caso de Gullerme Vázquez.
No se puede ser tan sinvergüenza.

miércoles, 10 de abril de 2013

Pontevedra, ejemplo de movilidad


Dicen que el pontevedrés nace, crece, algunos hasta se reproducen y una buena parte de ellos tienen que emigrar, por falta de oportunidades laborales en su ciudad.
No cabe duda que en la última década, si de algo puede presumir la ciudad, es de su modelo de movilidad.
La lamentable gestión política no ha echo más que recoger sus frutos. Si un historiador analiza la trayectoria socioeconómica de la capital de Lérez, si hace un balance de las instituciones que desaparecieron en apenas doce años, tendría que tildarla cuando menos como etapa ominosa.
Con esos mimbres el modelo de movilidad poblacional es una triste realidad. Los números son escandalosos y por lo de pronto no se plantea y se ofrecen la más mínima esperanza de que cambien las cosas. Es más, la política local se plantea como una auténtica guerra  de exterminio para que nada cambie.
Pero la cruda realidad está ahí.  Apenas interesan los más de diez mil parados en una ciudad de poco más de ochenta mil vecinos, el drama de tener a los jóvenes más formados de la historia, que no serán más que un número en el censo de emigrantes.
¿Saben cuantos pontevedreses están censados en el extranjero?Pues nada más y nada menos que cerca de catorce mil.
Si señor. Pontevedra es un auténtico modelo de movilidad. Aunque todo tiene su fecha de caducidad.

jueves, 4 de abril de 2013

Inventario municipal privado


Como en los últimos doce años no fueron capaces de actualizar el inventario municipal de bienes, bueno, ni hacer un nuevo plan general de ordenación urbana, ni siquiera unos presupuestos anuales, ahora toca poner al día dicho listado de bienes locales.
Llama la atención que los adalides de la defensa de los servicios públicos tengan que recurrir ahora a una empresa privada, a un servicio externo ajeno a la Administración para la tarea en cuestión de actualizado de bienes. El tema no es menor, porque se le asignan 60.000 euros, esto es diez millones de pesetas.
Vale que hace veinte años hubiera que recurrir a una consultoría externa, pero hoy en día hay que suponer que la Administración local está debidamente informatizada y que existe una gran coordinación entre los diferentes departamentos. Es más, hasta hay servicios que constituyen el núcleo de gestión municipal, que al ser privatizados, caso de recaudación de multas, abastecimiento de aguas, recogida de basuras...que hasta se podrían destinar efectivos a realizar esa tarea de la base de datos. Y ya no digamos del no trabajo del área de urbanismo, o de las doce exclusivas de los concejales del grupo de gobierno
Además hay que suponer que nadie mejor que los de casa, de los de dentro, para realizar el inventario municipal.
Que aprendan de los empleados de los supermecados, que cada año realizan el ingente esfuerzo de actualizado de inventario y no tienen los privilegios de los empleados públicos. Y menos de los de Pontevedra.

miércoles, 3 de abril de 2013