miércoles, 31 de agosto de 2011

Xoan Manuel Pintos y la Feira Franca


Como es sabido, en el lejano año de 1467, el rey Enrique IV otorgaba el privilegio a la villa de Pontevedra, para celebrar un mercado que abarcaba quince días antes y quince días después de su patrón, San Bartolomé, fiesta que se celebra el 24 de agosto.Y ya se sabe que junto a las cosas de los negocios siempre aparece el ocio.

Así uno de los espectáculos unidos a esta feria que alcanzó mayor renombre sería el de “La Morisma”, los simulacros teatrales que enfrentaban a los ejércitos moros y cristianos, venciendo siempre estos últimos. Lo peculiar es que en Pontevedra estas guerras festivas reunían además la condición de combate naval. Todavía se celebraban en la desembocadura del Lérez, aunque ya la feria franca había perdido esplendor, en el siglo XVIII, en tiempos del Padre Sarmiento.

Por eso creemos de gran valor los textos de Xoan Manuel Pintos, el poeta pontevedrés del que se cumplen doscientos años de su nacimiento.En una de sus “foliadas” de “A Gaita Galega”, se lamenta de la desaparición de estos célebres festejos. Es más la iglesia de San Bartolomé o vello se derribaría hacia 1842, pocos años antes de escribir ese famoso texto. Se deduce que hacia 1850, la escenificación de la Morisma, del combate naval, solamente perduraría en el recuerdo de los pontevedreses más ancianos, de ahí el mérito documental de Pintos que recoge esa memoria histórica de la villa, reconvertida ahora en ciudad.

Veamos algún ejemplo:

¡Aquelas festas navales

aqueles famosos cercos,

aquelas feiras seguidas

por trinta días arreo!

Llegados a este punto es una lástima pues, que no se difunda por el Concello -a pesar de gastar 150.000 euros en la “Feira Franca”- esta estrofa relativa al trato comercial, pues en esta edición parece ser que se le dedica a los mercaderes:

¡Aquela enchente de cousas

para mil usos diversos,

aquel vender sin parar,

aquel rugir de diñeiro,

aquel atopar de todo

en tan valente comerzo

que somente por atarlle

o mercado ós forasteiros

en pesos máis de dous mil

se arrendaba tal direito!

Pero como decíamos, a mediados del siglo XIX, las fiestas de la Virgen Peregrina ya habían sustituido al medieval San Bartolomé:

Non tornarán non, quizáis,

Non e non tamborileiro.

Saudades e pesares

Terá a vila en todo tempo

Polo día do patrón,

Santo San Bartolomeo.

En fin, como apuntábamos, el valor de estos versos es que Pintos nos narra la celebración del combate naval entre moros y cristianos. Y debe ser de los pocos autores que tiene que citar a las Xunqueiras, muchas de ellas rellenadas en nuestros días:

¿Aquela escadra tan mesta

que os juncos de Elva (Alba) cubría,

que gurgulla?

Alí polo Vao adiante

Muito nidia relucía

A media luna

Sobre vermello turbante,

Que, ó lejos ben parecía

Anque moruna

Más datos:

Rebulir por esa ponte,

Polo Burgo e no peirao

Tanta gente,

E desde o cume do monte

Un mundo baixando ó Vao

Nunha enchente

Bum, bum, bum, estrala o ferro,

Nubes de fume se escorren

Polo mar

Alí vai ser o enterro

Daqueles perros que morren

Sin matar...

Obviamente que al final ganan los cristianos:

...“¡Que viva a Moureira!

¡Viva o Sacramento!

¡Vivan os que rompen

cadeas de ferro!

¡Que vivan que vivan

os ilustres netos do noso Charino

por séculos eternos!

Y tocaban las consabidas celebraciones:

Verías entonces,

Como os ríos cheos,

Acudir ás Rodas

Por todos vieiros

Os homes, mulleres,

Rapaces e nenos,

E os militares

E frades e cregos,

Todos rempujando

Por ser os primeiros

A mirar a entrada

Daquel regimento

Que alá por San Roque

Subía en ringleiros

Con roupas de gala

Que era gusto velo.

A música e danzas

abrían carreiro

ó gran pabellón

de todo aquel gremio.

Pabellón de gloria

E de muito prezo

Que val máis que todos

De tódolos reinos.

Para a igrexa iba

Don gran padroeiro

Da vila famosa,

San Bartolomeo

Acaba el poeta diciendo:

¿Dónde van aqueles días

de tan ruidosa festa

e denosura?

¡Pasaron as alegrías,

e somentes se oi orquesta

de tristura!

¡Quen pudiera haber nacido

naquel tempo sin pesar,

tan alaegre,

máis que agora ja no olvido

estivera, sin pasar

esta febre!

En fin, que gracias a Xoan Manuel Pintos, sabemos como se festejaba en Pontevedra, durante muchos siglos, los días de la feira franca, que coincidían con el patrón San Bartolomé. A mi no me miren.

jueves, 25 de agosto de 2011

Centenario de la Reina de las Fiestas


Siguiendo con la serie de las celebérrimas fiestas de la Peregrina del año 1911, donde como hemos visto, se inauguró el monumento a los Héroes de Ponte Sampaio, se verificaron además los primeros vuelos de la aviación, Manuel Quiroga dió igualmente un concierto, triunfante de sus éxitos en París, el cañonero "Hernán Cortés" fondearía en las inmediaciones del puente de la Barca...También hemos hayado otra curiosidad como es la aparición de las "Reinas de las fiestas" encuadradas en lo que se denominaban los "Juegos Florales".
Hace cien años, sabemos que para aquel certamen literario que se componía de seis apartados, se habían presentado nada menos que 272 trabajos.
El vencedor del premio de honra sería Gerardo Alvarez Limeses, y según las bases del concurso le correspondería, de acuerdo con la comisión de festejos del Excmo. ayuntamiento, elegir a la reina de las fiestas.
En aquella ocasión dicha encomienda recayó en la "encantadora señorita" Mercedes García Solís.
La prensa de la época nos cuenta que el señor Francos Rodriguez, a la sazón alcalde de Madrid fue el mantenedor de los Juegos y así: "El Sr. Francos Rodriguez sale del palco escénico a recoger a la reina y llevarla de su brazo hasta el trono levantado en aquel sitio, seguida de la Corte de Amor, formada por las bellísimas señoritas Teresita Salgués, Milagros Vázquez, María del Carmen Limeses, Antoñita Encinas, Avelina Gonzaléz, Pilar Lozano, Conchita Caballero, y Purita Lorenzo, todas elegantemente vestidas".

La fotografía que ilustra este post se refiere a la reina de las fiestas de 1966, paseando con el recordado escritor Álvaro cunqueiro.

sábado, 20 de agosto de 2011

Un siglo del primer vuelo






El día de ayer. Garnier hace cuatro vuelos soberbios. En la crónica de nuestras fiestas veraniegas será memorable la fecha de ayer. Desde muy temprano tenía Pontevedra el sugestivo aspecto de una gran población en fiebre. Automóviles y coches por todas partes, los trenes vomitando gente, las calles invadidas de forasteros, los cafés atestados hasta las aceras, los hoteles y casas de comidas cerrando sus puertas para impedir el asalto...El espectáculo era imponente, pintoresco, como jamás se recuerda en Pontevedra. El día estaba además espléndido de luz y de temperatura, contribuyendo al éxito de esta página de fiestas que empezaban con los vuelos de Garnier y terminaba con las estocadas de Machaquito. Eran las ocho de la mañana y estaba ya atestado el campo de la Junquera, donde tenía montado su monoplano el gran aviador francés. En los palcos lucían sus encantos muchas mujeres hermosas, vaporosamente ataviadas con sus vestidos de mañana. Las márgenes del río Lérez, las robledas inmediatas, los montes cercanos, el puente del Burgo, los parages del Monte Porreiro, eran otras tantas posiciones estratégicas donde se agolpaban en masas pintorescas miles y miles de personas, llenas de espectación por contemplar por primera vez esta maravillosa conquista de la ciencia, que permite a los hombres atravesar el espacio con la sublime majgestad de los condores y las águilas. Las avenidas de la Junquera estaban ocupadas por fuerzas de infantería, guardia civil y carabineros, para impedir el acceso de los curiosos como no fuese por los lugares previamente dispuestos. Todo estaba perfectamente previsto. Desde la seis estaba Garnier en este campo con su bella esposa y el hábil mecánico que le acompaña preparando el monoplano que había de llevarle a las alturas. A las nueve menos cuarto hizo Garnier su primer vuelo preparatorio con el más feliz de los éxitos. Varios individuos de la Cruz Roja contenían el aparato por el timón. El mecánico puso en movimiento la hélice. Un minuto después levantaba Garnier su mano derecha para que despejasen todos y el aparato rodó ocho o diez metros por el campo, perdiendo después el terreno. La multitud asombrada vió que la máquina, dejando la tierra ganaba el aire, y ascendía rápidamente. Sonó una gran ovación de aplausos y bravos mientras el monoplano llegó hasta cien metros de altura y daba cuatro vueltas en torno de aquel amplio parage. Seis minutos después aterrizaba en el mismo punto de partida en medio de clamorosas ovaciones. A las nueve y veinte minutos hizo un segundo vuelo, a las diez menos cuarto el tercero y a las diez y ocho minutos el cuarto. Garnier permaneció en los aires de ocho a diez minutos en cada vuelo, dando en cada uno de ellos cuatro vueltas lucidísimas a diferentes alturas. La mayor fue a 300 metros. En alguno de los vuelos llegóo hasta Pontevedra, rozando casi los edificios más altos, desde los cuales era saludado con vivas y aplausos. En las dos últimas ocasiones hizo virages magníficos. Puede asegurarse que se le ha visto desde todos los puntos de la población. Hubo momentos en que parecía descender sobre la multitud y era inevitable sentir el escalofrío de las grandes catástrofes. Repuesto el público de la primera impresión, prorrumpía en aplausos, mientras el famoso aviador pasaba por encima de sus cabezas pilotando serenamente la prodigiosa máquina. Garnier consiguió siempre aterrizar en el mismo punto de partida con precisión matemática. A las once terminó la inolvidable fiesta dejando en todos los ánimos la emoción vivísima en lo grandemente maravilloso. Garnier hacía después muchos elogios de las admirables condiciones del campo y de los oberbios panoramas que había contemplado desde el monoplano en este hermoso pedazo de tierra gallega. El movimiento de coches y automóviles al campo fue inusitado durante el tiempo que duró la fiesta. Se repetirá pasado mañana.
(Diario de Pontevedra 21 08 1911)


domingo, 14 de agosto de 2011

Xoan Manuel Pintos y La Peregrina


Entre los escritos poéticos de Xoan Manuel Pintos Villar, cuando celebramos el bicentenario de su nacimiento, Filgueira Valverde le atribuía la obra "A LAS GENTES DEL CAMPO EN LA FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL REFUGIO, LA DIVINA PEREGRINA".
Probablemente fuese compuesta hacia 1850 y como quizás no aparezca en ningún suplemento festivo ni edición o pregón ahí os la dejamos:

"A LAS GENTES DEL CAMPO EN LA FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL REFUGIO, LA DIVINA PEREGRINA".
Vinde, vinde raparigas
vinde correndo a milleiros,
con amorosas cantigas,
con ferreñas e pandeiros.
Vinde tamén, vinde mozos,
xa de lonxe, xa veciños,
de Rosal e de Torozos,
do Ribeiro e Bergantiños.
Dade turuxos de forte,
con gorxa apretada e fina,
e gozade de esta sorte
na festa da PELINGRINA
Toquen a zanfona os cegos
e a flauta os que non o son;
e como honrados galegos
tende paz toda a función.
Oíde misa maior
da Virxen na santa Igrexa,

porque vos dé o seu favor
e vosa avogada sexa.
Despois idvos raparigas,
idvos, mozos a milleiros,
con turuxos e cantigas,
ferreñas, flauta e pandeiro.

martes, 9 de agosto de 2011

Hablemos de claustros


Resulta que la Diputación acaba de restaurar el claustro del antiguo convento de los jesuitas, al lado de San Bartolomé, que forma ahora parte del complejo museístico - cultural de esa institución provincial.
Llevaba muchos años vedado a la vista del público. Se puede decir que ese espacio construido hacia 1700 ha visto de todo. Desde la citada actividad de los jesuitas, expulsados en 1787, hasta la vida industrial, colegial o de hospicio. A ver ahora cuando se puede visitar. Será el único claustro visitable y accesible de Pontevedra.
Cuando se restauró la cubierta de San Francisco, a raíz de sufrir un incendio, se mantuvo operativo como sede de exposiciones el claustro de dicho convento. Hace años que se mantiene cerrado al público. Eso si, en este tiempo, se han dilapidado verdaderas fortunas en otros cometidos como la iluminación suntuaria o los museos subterráneos. Ahora algo tan sencillo y fascinante como abrir un claustron franciscano, nada de nada.
El tercer claustro pontevedrés, vedado al público debido a la clausura de las monjas de Santa Clara, es el de ese convento de Clarisas. De todas maneras se debería habilitar fórmulas para que al menos un día al año se pudiera visitar ese conjunto claustral totalmente desconocido para muchos pontevedreses.
En fin también la Diputación, volviendo al claustro de los jesuitas anexo a la parroquial de San Bartolomé, quiere abrir ahora un centro de gastronomía, restaurante y tapería para todos aquellos que visiten el museo.
Nosotros le recomendaríamos menos soberbia y que dedicaran esos locales a una buena cocina económica, que buena falta hace, máxime si ahora la de los franciscanos no cumple los parámetros sanitarios de la Xunta. Eso si que sería volver a los orígenes.

jueves, 4 de agosto de 2011

Viva Santo Domingo


Como la prensa nos informa que las pontevedresas ruinas de Santo Domingo han batido su propio record de visitas, nada menos que 1613 personas se acercaron hasta allí el pasado dos de agosto, nosotros nos limitamos a reproducir nuestro post del pasado cuatro de octubre, como homenaje al monumento de la ciudad que despierta mayor interés.

Parece ser que, si las estadísticas no engañan, el edificio museístico más visitado de Pontevedra en lo que va de año es nada menos que, oh sorpresa, las ruinas de Santo Domingo, San Domingos, en gallego.
Ni los barrocos pazos urbanos, de la calle Pasantería, ni el llamado sexto edificio del Museo Provincial, se acercan al registro de vistantes de los antiguos y sugerentes ábsides góticos, edificados ya en el lejano siglo XIV.
Seguro que estos datos obligaran a la reflexión, sobre todo en lo concerniente a la política museística seguida en Pontevedra en los últimos años. Hasta ahora se reconoce que la llamada "manzana cultural", que englobaría cuando menos al citado "sexto" edificio, y al conocido como "Sarmiento", este en fase de rehabilitación, llevan consumidos treinta (30) millones de euros. Y aun no se remató su condicionamiento.
Por otro lado se suspira por crear un vanguardista contenedor que cobije el yacimiento del Burgo, presupuestado en cerca de ocho (8) millones de euros. No consta que haya recibido visitantes en verano. Menos mal que no hay dinero.
Se puede decir en este caso, que los románticos y desnudos nervios ojivales, las musgosas labras heráldicas y los sepulcros de nobles caballeros, le han ganado la partida a los talonarios de cheques, después de tantos siglos...
En fin como sugería ayer un comentario de José Ageitos, lo curioso del caso, de ser las ruinas de Santo Domingo la postal museística favorita de los visitantes, oh cielos, no hay dinero para rematar "el tramo final de la calle Riestra, desde la intersección con Marquesa hasta la propia plaza de España, es decir, el trecho situado frente a las Ruinas de Santo Domingo.De este modo, la calle Riestra mantendrá un "parche" de pavimento de asfalto que desentona sobremanera entre los tramos ya remodelados a uno y otro lado con losas de piedra y adoquín".
El Concello dice que se hará. Pero no sabe cuando.