jueves, 25 de febrero de 2010

Los pretendidos usos comerciales del Museo da Historia


Ayer recogía el blog de Xesús López la reseña en La Voz de Galicia, de las alegaciones presentadas por el Colegio de Arquitectos al proyecto de Museo da Historia para la plaza de Valentín García Escudero. Tanto arquitectos, como antes los aparejadores, ponen en solfa la viabilidad legal del proyecto asi como la escasa documentación presentada para la necesaria modificación puntual del Plan Especial que regula el Centro Histórico.
Sobre el estado actual de los restos arqueológicos, hoy también publica el citado rotativo, que la asociación vecinal "San Bartolomé - centro" se queja de los malos olores que desprende la plaza inundada y de la proliferación de ratas "lo que perjudica mucho a los bares de la zona que se ven obligados a cerrar sus puertas" solicitando en consecuencia que se cubran provisionalmente las estructuras allí encontradas.
Pero volviendo a las alegaciones que hacen los técnicos, no debe de pasar inadvertido el pretendido uso comercial del futuro museo diseñado, cuando se propone reservar espacios públicos subterráneos nada menos que para tiendas de recuerdos - souvenir- y cafetería.
Como discutible propuesta teórica aun tiene un pase. Pero la cruda realidad, la contundencia de los hechos que eleva a obscenidad la propuesta, nos muestra la gran cantidad de espacios comerciales, bajos en su mayoría, que en estos momentos están desocupados en la zona inmediata a los restos arqueológicos, con el problema de accesibilidad y visualización de escaparates debido a los vallados.

11 comentarios:

  1. ¡Cómo cambiaron as cousas! Eu, que vivín na rúa San Telmo, lembro de cando o almacén de Valentín Muíños e Hijos ocupaba o espacio onde hoxe están afincadas Caixanova e unha concesionaria de coches. O barrio era unha explosción de vida: gasolinera, droguería, farmacia, peluquería (négome a escribir perruquería), reloxería, frutería, dúas panaderías, dúas ou tres tabernas, mercerías.
    Pero era un barrio habitado, claro.
    Hoxe estiven ante o pretendido futuro Museo da Historia. Unha vergonza, a fronteira da cidade, xa sen arterias.....Gulag.

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  2. Unha pregunta Xesús, alí non había tamén unha parada de coches de liña?

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  3. Bueno Don Filiberto, el problema es que para que cobre sentido esta actuación, tenemos que pensar con "mentalidad de partido".

    Un concepto importante que siempre procuro resaltar. Los "dioses" no caminan por las reglas de la sana lógica y el sentido común. He ahí la diferencia esencial con los "mortales", no sus pluses, nóminas ni comisiones, sino, el software de sus cerebros.

    Veamos, yo (líder del partido) diseño una operación que vamos a llamar "museo da Historia". Los conceptos "museo" e "Historia" me importan una mierda. No son más que el título de mi actuación. A mí lo que me importan son los objetivos: poder y dinero.

    Poder, que me darán los votos de los idiotas que acudirán fascinados a admirar mi construcción. Los pobres palurdos, al pasear por la instalación, sentirán que un viento divino de "cultura" les llena el alma. Al mismo tiempo sabrán que nuestro partido vela por ellos, les da cultura (rápida, simple, eficiente, barata, con sólo un paseo por el "museo") y se sentirán plenamente realizados. Consecuencia: VOTO CON UNA MIRADA EN POSITIVO.

    DINERO: concesiones de tiendas y hostelería. Ellas me generarán las dulces comisiones, que con tanto amor, yo recibo en billetes de 50 euros usados sin numeración correlativa, y que suelen entregarme en el despacho en una bolsa del Carrefour, así, discretamente, como a mí me gustan las cosas...

    ¿Cómo genero yo valor añadido para que esas concesiones valgan la pena? Pues muy sencillo:

    Antes de que el proyecto esté terminado y los locales listos para ser ocupados, destruyo al resto de negocios en la zona con la misma zanja en la que se erigirá el proyecto: olores, basuras, ratas e interrupción del tráfico, día a día, mes a mes, año a año harán el trabajo por mí. Y así mis concesiones, tendrán el valor añadido de la exclusividad, cuando todos los negocios de la zona hayan muerto.

    ¿Véis que fácil es entender todo?

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  4. Coido que sí, seguro, pero antes foi lugar de paso, dirección Arzobispo Malvar- ponte do Burgo, de tranvía e trolebús.
    Agora, tan sociales como son, fixeron todo o posible por que non haxa transporte colectivo de nengún tipo.
    A actividade comercial que cito queda corta, que había moitas máis cousas. ferretería, tecidos, zapatería, etc.

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  5. Paso todos los días por esa zona, puede que tenga valor, pero no para meter 8 millones de euros y menos para saltarse las leyes por el forro.Teresa se metió en un lio, no es capaz de salir.Engañó a los vecinos, ni Lores cree en el museo.

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  6. Desde el principio de los tiempos el hombre siempre ha estado dispuesto a negociar con los dioses y los espíritus, incluso con aquellos de naturaleza malvada con el fin de hacer su estancia "terrenal" más llevadera. Pactos y ofrendas para conseguir riqueza, poder, salud, bienestar, sexo o fama. Aunque en la mayoría de los casos la entidad maligna solicita el alma eterna de la persona para conseguirle sus peticiones.

    El hombre siempre ha temido lo imprevisible de su vida, el poco control que puede ejercer sobre el futuro y valorado el presente por encima del pasado y el futuro. No es extraño por tanto que desde los inicios de la civilización y con el propósito de tener lo que se desea muchas personas hayan pactado con cualquier tipo de espíritu maligno, aún con el riesgo de una vida eterna cargada de sufrimientos.

    Las personas que tradicionalmente trataban de realizar pactos de este tipo solían creer que Dios les había abandonado y no encontraban alicientes en su vida para continuar, normalmente gente de escasos recursos económicos que cansados de su pobreza decidían pactar con el diablo para llevar una vida de riquezas, individuos que amaban a alguien que no les correspondía o con afán de protagonismo y que no podían tolerar el anonimato de su vida y por consiguiente buscaban además de dinero la fama o cualquier otro tipo de pacto que repercutiese de una forma inmediata en la mejora de su vida terrenal.

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  7. Incluso algunos de los más devotos satanistas, señalan los riesgos que entrañan este tipo de ceremonias. El Pacto Satánico, dicen, no es un juego para curiosos, sino un compromiso para toda la eternidad.

    Quien vende su alma al Diablo es víctima de su propia debilidad y ambición, y no vacila para lograr sus deseos en vender su Alma al diablo, sin importarle las consecuencias, sabiendo que en algún momento tendrá que pagar su deuda. Así es que termina perdiendo todo y condenando su Ser, destruyendo su vida y todo lo que más amaba.

    El precio de vender el Alma es muy alto; el comprador es implacable y paciente para cobrar y devorar a sus víctimas. La tentación es grande, pero el precio a pagar nunca es barato…

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  9. Alguien tiene que decirles a estos tíos que las ciudades tienen que ser vivibles, dinámicas, con facilidad de comunicaciones y circulación.

    Hacer de Pontevedra un parque temático lleno de socavones en las calles, es un disparate.

    Además lo que intentan es la irreversibilidad de las actuaciones, por eso meten más de mil millones de pesetas, para que el que les suceda en la alcaldía no tenga arrestos para volver a tapar esos restos y recuperar la trama urbana y de relaciones de la ciudad.

    Una cosa es recuperar restos en un parque o espacio público abierto. Otra muy distinta abrir socabrones en las calles.

    Donde tenían que estar haciendo un esfuerzo de imaginación y de inversiones, no lo están haciendo.

    Y donde tenían que ehcarle cojones para defender el interés público, sobre intereses de especuladores y empresas, no lo están haciendo.

    De hecho ni están ni se les eperan.

    Ojo, que tampoco están ni se les esperan a los de la oposición, demasiado ocupados en sus negocios particulares, como para atender a la cosa pública.

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  10. Unha cousa que esquecín: no barrio había un cince, o Exploradores, na rúa San Nicolás, que foi do meu pai, posiblemene o introductor en Galicia do cine sonoro. Esa actividade foi o motivo de que nos viñeramos de Vigo a Pontevedra, porque parecía que había boas entradas, pero as contas non daban.
    Pouco despois, expropíaronlle a actividade prá intendencia do Exército. Sobre esto podería contar algunhas cousas, como que houbo un momento no que lle vendían o edificio en 30000, pero Filgueira Valverde aconsellou ó meu irmán que non-o compraramos, porque por alí ía pasar unha rúa, que cortaría ademáis a mazá que queda antre San Nicolás e Isabel Segunda, pra así conectar co Parador a rúa Princesa.
    Era outro criteriod e facer cidade, de permeabilizada, como cando se pensou en corta-lo edificio de Olmedo en Curros Enríquez, suprimi-la mazó da Palma Real i ensancha-lo paso por Aranda e San Xulián, cara Buenos Aires (actual Sierra), mellorando o sistema radial da cidade, permeabilizándoa.
    Esto último non pasou de simple boceto. Pero non sería mala cousa porque ese tramo está actualmente totalmente morto. Baixar pola San Xulián case dá medo.

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