En parte coincidimos con la prensa de papel en destacar la alta participación en el desfile de Carnaval del sábado, en el frío, y en la ausencia de crítica local, salvo excepciones, como la "Por cesión".
La tónica de los últimos años viene siendo la de convertir a las calles de la capital de la provincia en una efímera pasarela donde se muestra, en primicia, todo el trabajo que comparsas y agrupaciones carnavaleras realizan para estos días. Sería interesante estudiar estas nuevas fórmulas de participación sociocultural en villas y parroquias que dejan en evidencia a muchas entidades culturales, recreativas y deportivas tradicionales, incapaces de captar el interés de la juventud, aun disponiendo de más medios físicos y económicos.
Carrozas, artefactos y comparsas "a la brasileña" inician pues en Pontevedra un recorrido que les llevará a participar en cuanto desfile con premios puedan acudir a lo largo de la geografía gallega.
La tendencia de estos últimos años pues, ha sido la de convertir al Carnaval en una fiesta - espectáculo de base gregaria o asociativa, eminentemente urbana, con una preparación quasi-profesional, marcadamente mercantilizada y formalmente lúdica y colorista, con más inspiración en lo global y mediático que en lo local. A lo que habría que añadir su ideología de lo políticamente correcto y aun oficial.
Bien es verdad que Pontevedra reserva para la crítica de andar por casa la llamada como Mostra da parodia del martes, a lo que hay que unir la participación de algunas murgas en el concurso que a tal efecto se convoca.
Por cierto que lleva razón un seguidor anónimo que este modelo de desfile apenas deja cuartos aquí pues la gente enseguida desaparece, no se logra su fidelización en la ciudad, al acabar el show.
Para otro post reservamos la nueva moda del lanzamiento de huevos.
La fotografía es de Gustavo Santos (Faro de Vigo)
La tónica de los últimos años viene siendo la de convertir a las calles de la capital de la provincia en una efímera pasarela donde se muestra, en primicia, todo el trabajo que comparsas y agrupaciones carnavaleras realizan para estos días. Sería interesante estudiar estas nuevas fórmulas de participación sociocultural en villas y parroquias que dejan en evidencia a muchas entidades culturales, recreativas y deportivas tradicionales, incapaces de captar el interés de la juventud, aun disponiendo de más medios físicos y económicos.
Carrozas, artefactos y comparsas "a la brasileña" inician pues en Pontevedra un recorrido que les llevará a participar en cuanto desfile con premios puedan acudir a lo largo de la geografía gallega.
La tendencia de estos últimos años pues, ha sido la de convertir al Carnaval en una fiesta - espectáculo de base gregaria o asociativa, eminentemente urbana, con una preparación quasi-profesional, marcadamente mercantilizada y formalmente lúdica y colorista, con más inspiración en lo global y mediático que en lo local. A lo que habría que añadir su ideología de lo políticamente correcto y aun oficial.
Bien es verdad que Pontevedra reserva para la crítica de andar por casa la llamada como Mostra da parodia del martes, a lo que hay que unir la participación de algunas murgas en el concurso que a tal efecto se convoca.
Por cierto que lleva razón un seguidor anónimo que este modelo de desfile apenas deja cuartos aquí pues la gente enseguida desaparece, no se logra su fidelización en la ciudad, al acabar el show.
Para otro post reservamos la nueva moda del lanzamiento de huevos.
La fotografía es de Gustavo Santos (Faro de Vigo)
A Zacarías, policía local asignado al servicio de Grúa Municipal, tres son las maravillas que más le gustan en esta vida:
ResponderEliminarLos uniformes, los disfraces y los locales "swinger".
De uniforme, ya va todos los días, a los locales "swinger", los puentes y vacaciones, a los que se desplaza por toda España, con su mujer, Lorena, cajera del carrefour.
Pero los disfraces, apenas puede disfrutarlos estos días al año.
Semanas antes, Zacarías prepara con esmero los trajes de lentejuelas, las plumas rosadas, el maquillaje que mejor combina, ese bolso que vió en el mercadillo y que tanta gracia le hizo, porque es de fiesta, acharolado y brillante en color violeta, de estilo astrohúngaro... y los pechos de silicona, perfectos al tacto, de tamaño acorde con su cuerpo y que compró en una tienda vía internet en Alemania.
"Son lo mejor del mercado" -Comenta todo ufano en los vestuarios de la plantilla.
Zacarías es tan inflexible en la aplicación de la ley, como en la selección de su juego de disfraces. No deja el menor elemento al azar y durante estos días, cambia todas las noches de modelo para no repetir. Eso sí, los hermosos y turgentes pechos siempre son los mismos: "no hay otros mejores en el mercado" -no se cansa de repetir.
Y Lorena está muy orgullosa de tener un marido tan divertido y "abierto de mente". "Zacarías es una más" -Le dice ella a sus amigas "Y salimos todas juntas en pandilla"
Apenas tres días para vivir intensamente la emoción del carnaval. Tres días de ilusión y color para luego, volver a la normalidad.
Zacarías y Lorena son una pareja moderna, casi perfecta, de acuerdo con los cánones morales y estéticos de nuestro tiempo. Una pareja políticamente correcta, hermosa, libre y plena.
Todo es felicidad, todo son moscosos, asuntos propios y los finales de mes, todos los meses se obra el milagro en las pantallas de sus cajeros, al anunciarse los saldos de sus cuentas, en una renovación espiritual, en una sagrada comunión de fe y fidelidad eterna, con "EL País donde mejor se vive del mundo"
A mi el carnaval no me gusta. Ya no por la abundante zafiedad y mal gusto al que se da rienda suelta en grado obsceno, y que no debe de confundirse con la transgresión, el disfrute, el exceso o la crítica.
ResponderEliminarEs que estamos en una época en la cual los "librepensadores" no son más que bienpensantes. En que los progresistas, no son más que reaccionarios. O en la que lo políticamente correcto es llamar derecho a un crimen como el aborto, matrimonio a la unión en convivencia de un par de maricones, o libertad religiosa al fomento del nihilismo. Porque nada más de moda que la mentira a sabiendas, el mal consentido y querido, y el desprecio por lo real y la realidad.
La blasfemia no tiene efecto en la audiencia, a no ser que haya una creencia previa en la divinidad. El Carnaval pierde su fuerza en una sociedad de la cultura del deseo, donde como dice el tango lo mismo da ser burro que ser un profesor, y en la que el gitano le responde al cura cuando le preguntan por los Diez Mandamientos: "Mire usté padre, yo los iba de aprender, pero eg que he escuchau un rurrun de que los iban a quitá". En una sociedad que confunde los derechos con la voluntad del estado, o lo moral con lo legal.
A lo que vamos: que hoy día no hay nada realmente más revolucionario, contracorriente e hipercrítico, que ser ortodoxo.
Y nada más carnavalesco que ser educado, gustar de la cultura, ayudar al prójimo, distinguir el bien del mal, lo cierto de la mentira, y el llamar a las cosas por su nombre despreciando lo políticamente correcto.
Por eso, el que quiera ser provocador y transgresor en el carnaval o fuera de el, que cultive la educación, el buen gusto y desprecie lo zafio y vulgar.
Antes de nada !viva el carnaval¡ sois muy criticones, os invito a hacer una murga o una parodia y caña para todos.Ernesto que no te parezca mal pero mi opinión es que mezclas churras con merinas.
ResponderEliminarEs vedad, la zona tenía un ambientazo y ahora se esta perdiendo.Lo de los huevos como no lo paren tiene mucho riesgo.
Los de la pro-cesión iban muy bien, lo mejor la poli con las plumas y hasta llevaban a petete el candidato independiente.
Hola Don Filiberto, el martes a la noche una parodia va a restaurar la fachada del Saboy. Hay tienes una critica de las que te gusta.
ResponderEliminarErnesto, vuelve a tu cueva anda, que eres lo más retrógrado que vi en mi vida, rivalizando con Josele
ResponderEliminarHola soy un fiel participante de los carnavales y demas fiestas en pontevedra y la verdad,creo que el comentario de ernesto no tiene ni pies ni cabeza con el tema a tratar.Lo de los huevos no se de que va el tema pues al participar en el desfile hay muchos disfraces que ni los ves.El tema de que no hay ambiente en la calle ,es una cuestión que tiene que salir de la gente y disfrazarse como hacen el dia de la feira franca por ejemplo y esta claro que de los que participamos en el desfile solo salimos por pontevedra uno o dos grupos ,los demas se van para casa con o sin premio y a volver el domingo a salir en otro lugar por eso del dinero.
ResponderEliminarCreo que los del Saboy son los mismos que hicieron lo de la Pro-cesion,siempre se ponen allí en la parodia, que buena informacion de KGB.Fueron lo mejor, muy bueno lo del superdelegado y lo de llevar a Petete fue muy aplaudido.La idea de su candidatura esta gustando tiene un blog bastante bueno,con poner Alcaldepedras ya te sale.La época de Petete en las murgas fue temida por los del ayuntamiento, daba mucha caña, le sacaba los colores a todos. Está todo cambiando mucho pero Pablo tiene razón, Ernesto se pasa.
ResponderEliminarErnesto te pasas mucho con tu visión antigua y moralista de las cosas. Tú si que eres un transgresor.
ResponderEliminarYa lo dice el diario de hoy, lanzamiento de huevos a varios escaparates de la plaza de la Peregrina. Se trata de una tonteria que va de menos a mas. Los típicos chavalitos que van con el mono azul.Compran huevos en un super y hacen guerra con lanzamiento a todo lo que se mueva. si te pilla te jo... Es una moda tonta que le va a quitar un ojo a alguno.
ResponderEliminarAmigo Josele, en verdad te digo que estamos ya en un punto en el que se puede ser amoral sin tener la capacidad de notarlo.
ResponderEliminarEn el que uno se puede degradar, sin disponer siquiera de recursos para medir la caída.
Que razón tienes Tristán, por eso viene a cuento la fábula de Zacarías el policía y Lorena la cajera cojonera. Dos paradigmas del ser medio de nuestro tiempo, "el perfecto democráta y la democráta" que se sienten cómodos en la náusea y la alienación permanente. Que se sienten libres por disfrutar de sus culos (ambos los dos). Que se sienten, sobre y ante todo, satisfechos de sí mismos, plenos, completos.
ResponderEliminarEse tipo de gente que confunden el ser con el parecer, el todo con la nada. La vida con la náusea.
Pero se avecinan tiempos de exterminio. Y de resurrección.
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