No habrá otro elemento patrimonial más controvertido en los últimos lustros que la desaparecida muralla de Pontevedra. Cualquier resto, vestigio o cimiento se ha sacralizado hasta extremos insospechados. Sólo en la conservación, consolidación y exposición de estas piedras se han gastado ya varios millones de euros. La sola aparición de "la muralla" ha servido para que desapareciera la calzada de la calle Sierra, frente al mercado, y aún sin salir de esa vía, también "la muralla" ha condicionado la construcción del nuevo museo.
Los restos de la citada cerca igualmente han valido de disculpa para que desapareciera la centenaria alameda del Campillo. Si se habla del café Savoy, enseguida se nos recuerda que en sus bajos discurre un tramo de "muralla". En fin, también "la muralla" sirve para proyectar un "Museo da Historia" en la plaza de Garcia Escudero.
Y uno se pregunta de donde puede salir tanto amor por la muralla, en una ciudad donde se puede fallar con los pavimentos históricos, el modelo de farola, las esculturas públicas, las pintadas, el voto del pueblo, las casas de los escritores, o la propia existencia de una oficina para la gestión y rehabilitación de nuestro patrimonio, por poner unos pocos ejemplos.
Por narices tienen que existir causas ajenas al interés por los bienes culturales.
Veamos, porque la desaparecida muralla, es un elemento que por antonomasia evoca el feudalismo y la existencia del vasallaje, control fiscal, oligarquías, etc, que quizás entronque muy bien con el modelo de sociedad actualmente existente y su sistema político.
Porque la muralla medieval tiene también esa fuerza evocadora, ya usada tanto por los románticos como por Hollywood, para pintar una sociedad ideal, de tebeo. Ahí está como complemento la celebración de la Feira Franca.
Además la muralla también permite que viajemos en el tiempo a una época tan políticamente correcta donde hay que ensalzar la presunta existencia de un "Reino de Galiza", con su lengua gallega en la era de esplendor...
Es que si no, uno no se explica este amor actual por "la muralla".
En la fotografía el único tramo de muralla "vivo" que se conserva, para eso entre estilizados cipreses y naranjos.
Los restos de la citada cerca igualmente han valido de disculpa para que desapareciera la centenaria alameda del Campillo. Si se habla del café Savoy, enseguida se nos recuerda que en sus bajos discurre un tramo de "muralla". En fin, también "la muralla" sirve para proyectar un "Museo da Historia" en la plaza de Garcia Escudero.
Y uno se pregunta de donde puede salir tanto amor por la muralla, en una ciudad donde se puede fallar con los pavimentos históricos, el modelo de farola, las esculturas públicas, las pintadas, el voto del pueblo, las casas de los escritores, o la propia existencia de una oficina para la gestión y rehabilitación de nuestro patrimonio, por poner unos pocos ejemplos.
Por narices tienen que existir causas ajenas al interés por los bienes culturales.
Veamos, porque la desaparecida muralla, es un elemento que por antonomasia evoca el feudalismo y la existencia del vasallaje, control fiscal, oligarquías, etc, que quizás entronque muy bien con el modelo de sociedad actualmente existente y su sistema político.
Porque la muralla medieval tiene también esa fuerza evocadora, ya usada tanto por los románticos como por Hollywood, para pintar una sociedad ideal, de tebeo. Ahí está como complemento la celebración de la Feira Franca.
Además la muralla también permite que viajemos en el tiempo a una época tan políticamente correcta donde hay que ensalzar la presunta existencia de un "Reino de Galiza", con su lengua gallega en la era de esplendor...
Es que si no, uno no se explica este amor actual por "la muralla".
En la fotografía el único tramo de muralla "vivo" que se conserva, para eso entre estilizados cipreses y naranjos.
Todo esto de la obsesión por la muralla, es pura proyección Freudiana, de una clase dirigente analfabeta, antihistórica, cutre y acomplejada:
ResponderEliminar- La muralla funcionaría como metáfora de la lengua gallega, que al igual que el muro,se quiere reconstruir y utilizar para encerrar a la sociedad en un modelo de "desenvolvemento" suicida, inviable en la sociedad y mundo global y abierto en que nos movemos.
- La muralla permite distinguir entre los de fuera y los de dentro, o entre "os nosos" e "iles".
- La muralla se construye para defendernos de los de "fora", que nos amenazan con cosas como la libertad de ideas, de pensamiento, con la economía, con la cultura verdadera (en vez de bodrios subvencionados), con la historia (en vez de su suplantación por otras cosas), con la capacidad de crear y de innovar (en vez de los dictados de lo políticamente correcto).
- La muralla evoca también al muro de Berlín, y su construcción para evitar que la gente se marchara del paraíso socialista hacia occidente.
- Puede también tener algo que ver con el maoismo del Concello, y la evocación de la Gran Muralla China.
Por cierto, que los mongoles encontraron una forma muy simple de cruzarla: No con catapultas, ni explosivos, ni grandes masas humanas con picos y palas...Simplemente sobornando a los guardias. Hay cosas que no cambian con el tiempo.
Aínda fixen un paseo por algús dos tamos da "muralla", nos que a "muralla" está presente ou a queren facer máis realista, pra reconvertiren a zona vella en gran gueto ou especie de gulag terminal.
ResponderEliminarA que fora zona comercial morre día a día. Gastaron mal os diñeiros Urban e habería que promove-la súa devolución a Europa.
A "muralla" é un dos elementos dinamizadores desa miseria e ruína final.
Paseo polo Campillo de Santa María, onde tampouco se entende a clase de rigor mortis, de situación terminal ideada polo ceporro do arquitecto.
E xa postos, ¿por qué non descobrirán o río?
Porque non lonxe de onde vive Mosquera era zona de peiraos e pequenas praias. Sería bastante máis intelixente a recuperación deses espacios, posible cunha Axenda21Local da que foxen, toda sea por definir non só a morte da cidade, senón a morte da ría.
I en relación coa ponte do Burgo, arteria secular, ¿qué pensan facer? ¿Vana peatonalizar, construir talvez dúas torres de cartón pedra pra uso exclusivo da Feira franca, feira todo o ano, ou qué?
Quixen decir: "....todo sexa por definiren non só a morte da cidade, senón a morte da ría."
ResponderEliminarmuy bueno tu análisis de la muralla, Ernesto.
ResponderEliminarde acuerdo al 100% con Ernesto.
ResponderEliminar"La muralla" y su reivindicación obsesiva es una exaltación maoísta del NEOFEUDALISMO al que quieren someter la ciudad. En el interior de "la muralla" el partido somete despóticamente a los siervos atrapados en su interior, bajo una losa de ordenanzas subnormales, aplicadas por el cuerpo de sheriffs del Señor (policía local) cuya principal función es garantizarle el cobro de tributos sobre comercios, obras y mediante el secuestro de carromatos (automóviles)
Menos mal, que como bien nos dices, siempre nos queda la "esperanza mongola": acudir al despacho de Don Alfredo y "negociar" con él.
Don Alfredo, es ante todo, un hombre razonable, no como los psicóticos marxistas del Señor y sus lacayos del castillo.
Outro dos lugares nos que a muralla adquire un perfil de verdadeiro esperpento é na rúa Sierra --antiguo Verrón ou Borrón--, á beira do novo museo.
ResponderEliminarO espacio queda totalmente bloqueado privatizado en servicio do novo edificio --presuntamene fóra de alineamento--; todo pra impulsar --xa veredes como sí-- a ruína definitiva do Mercado de Abastos. Dalí cara César Boente case todos son locales "se alguila", unha das razós pra demostrare que o Urban foi unha total falacia e que hai que lle devolve-los cartos a Europa.
Quixen decir:...."....locales "se alquila"...."
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