Es una lástima que los órganos responsables del Turismo, Patronato Provincial Rias Baixas, Terras de Pontevedra, Turismo de Pontevedra S.A., Dirección Xeral de Turismo etc., no hubieran llegado a un acuerdo con el Arzobispado para conseguir tener abiertas y facilitar la visita a muchas iglesias monumentales de la ciudad, sobre todo en este Año Santo. Cada día, salvo en los horarios de culto, es más dificil acceder a iglesias como la de San Bartolomé, verdadero museo de escultura y retablos. o San Francisco. Pero la palma de la inaccesibilidad se la lleva la ojival iglesia de Santa Clara, vedada a propios y visitantes la mayor parte del tiempo. Precisamente estas tardes celebran la novena a la Virgen de los Desamparados, representada en un cuadro de autor anónimo italiano. A su valor artístico hay que unirle el histórico, pues fue precisamente ante este altar donde el batallón del pueblo ofrendó sus banderas e insignias para derrotar al francés en el lejano 1808.
En todo caso de poco vale pues promocionar la ciudad por ahí fuera, si después no tenemos operativos nuestros recursos turísticos.
En fin, el próximo alcaide de esta ciudad- presidio seguro que anotará alguna de estas ideas.
En todo caso de poco vale pues promocionar la ciudad por ahí fuera, si después no tenemos operativos nuestros recursos turísticos.
En fin, el próximo alcaide de esta ciudad- presidio seguro que anotará alguna de estas ideas.
Y suerte que no tiran las iglesias por que hieren la sensibilidad de cualquier ciudadano de otras creencias que no se adapta a nuetras tradiciones.Dios nos coja confesados.
ResponderEliminarAl igual que en la Unión soviética, o en la China maoísta, todas las iglesias deberían estar cerradas permanentemente.
ResponderEliminarImplementar de golpe esta medida de progreso en una sociedad tan atrasada como esta, crearía problemas sociales. Así que el kamarada, secretario general del partido ha creído conveniente que el cierre sea progresivo, hasta la total clausura de esos centros infectos de "opio para el pueblo", totalmente incompatibles con una sociedad verdaderamente progresista y socialista, como nuestra Pontevedra.