Como muchos de vosotros sabréis, el pasado verano, el Concello de Pontevedra adjudicaba a la empresa Pettra, esto es, a "Plans Estratéxicos Territoriais de Transporte e Ambientais" la enésima asistencia técnica, sobre tráfico y movilidad, por un montante de 86.900 euros. Como dicha firma consultora ya entregó varios capítulos referidos a la diagnosis del problema, estamos a la espera de que el concejal César Mosquera nos revele su parte más sustanciosa, la referida a las soluciones técnicas. Pero antes de que llegue ese momento tan esperado, dichas propuestas aun tienen que pasar por la "Mesa da Mobilidade" el órgano municipal técnico-político creado para emitir el informe final. Eso si, todo está diseñado para que esas "recetas mágicas" salgan a la luz unos días antes de que comience la campaña electoral. Ahora bien, sobre todo para incautos e inocentes que aun confíen en que el gobierno de Lores pueda solucionar algo del problema de tráfico en Pontevedra, habría que advertir que dicho estudio ya nace condicionado por las premisas del presuntamente inalterable modelo de ciudad instaurado en esta última década. Ahí están estas declaraciones del actual alcalde al faro de Vigo del 24 de septiembre último:
El Estudio de Tráfico y Movilidad en toda la ciudad encargado por el gobierno local en junio pasado y cuyos primeros resultados se conocerán antes de dos meses, no supondrá en modo alguno una "revolución" en los flujos circulatorios urbanos. La empresa Pettra, responsable de este documento, tendrá que ajustarse "al dedillo" a todas las acciones ya aplicadas por el Concello en los últimos años y no se admitirán cambios sustanciales en medidas ya consolidadas, como las áreas peatonales y otras de reciente implantación, como la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora en todo el casco urbano. Así lo advirtió ayer el alcalde, Miguel Fernández Lores, durante una visita a las obras de "humanización" de la avenida de Marín, un vial que pierde uno de sus cuatro carriles de circulación, y que el Plan de Tráfico deberá respetar. "Hay cuestiones que no van a objeto de estudio. Está tomada la decisión de limitar a 30 kilómetros la velocidad y diseñar una ciudad segura y esa es una medida clave", asegura Fernández Lores, quien deja claro que "el estudio de tráfico nace de una base ya definida, con un máximo uso de los espacios públicos, sólo destinados a la actividad económica y para residentes, con vías que despachen tráfico, pero emplazadas en el perímetro de la ciudad, reducción de la velocidad y mejorar la accesibilidad". El objetivo del Plan de Tráfico es "mejorar la fluidez de tráfico, pero dentro de esas premisas", añade el alcalde, quien insiste en que "no vamos a cambiar el modelo de ciudad".
En definitiva, que nos encontramos ante otro fraude más a los ciudadanos sin visos además de que se solucione el problema del tráfico, aun recurriendo a la ayuda externa de empresas especializadas que tanto nos cuestan.
El Estudio de Tráfico y Movilidad en toda la ciudad encargado por el gobierno local en junio pasado y cuyos primeros resultados se conocerán antes de dos meses, no supondrá en modo alguno una "revolución" en los flujos circulatorios urbanos. La empresa Pettra, responsable de este documento, tendrá que ajustarse "al dedillo" a todas las acciones ya aplicadas por el Concello en los últimos años y no se admitirán cambios sustanciales en medidas ya consolidadas, como las áreas peatonales y otras de reciente implantación, como la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora en todo el casco urbano. Así lo advirtió ayer el alcalde, Miguel Fernández Lores, durante una visita a las obras de "humanización" de la avenida de Marín, un vial que pierde uno de sus cuatro carriles de circulación, y que el Plan de Tráfico deberá respetar. "Hay cuestiones que no van a objeto de estudio. Está tomada la decisión de limitar a 30 kilómetros la velocidad y diseñar una ciudad segura y esa es una medida clave", asegura Fernández Lores, quien deja claro que "el estudio de tráfico nace de una base ya definida, con un máximo uso de los espacios públicos, sólo destinados a la actividad económica y para residentes, con vías que despachen tráfico, pero emplazadas en el perímetro de la ciudad, reducción de la velocidad y mejorar la accesibilidad". El objetivo del Plan de Tráfico es "mejorar la fluidez de tráfico, pero dentro de esas premisas", añade el alcalde, quien insiste en que "no vamos a cambiar el modelo de ciudad".
En definitiva, que nos encontramos ante otro fraude más a los ciudadanos sin visos además de que se solucione el problema del tráfico, aun recurriendo a la ayuda externa de empresas especializadas que tanto nos cuestan.
Otro estudio prefabricado para alabar al de Villalonga
ResponderEliminar¿Fluidez de tráfego, por donde?
ResponderEliminar¡Pero se o problema existente foi causado por este goberno, lembrando tamén que foi o alcalde Pedrosa o que cortou a cinta do comezo de tanto desastre!
Unha cidade sen arterias non é cidade, vólvese unha ruína total. Ese é o modelo de cidade destos aldeáns. Pasou o tempo da esperanza nunha involución cara tempos mellores, nos que sí existía transporte colectivo: autobuses, trolebuses, antes incluso tranvía, lección que está marcada na nosa historia.
Hai unha certa economía que vai co chamado modelo de cidade do Bloque, que forma parte da súa humanización e reactivación: as lonxas do trapicheo que, na práctica, están activas en certos lugares, ata as dúas, tres ou catro da madrugada.
Etc.
E que é imposíbel amellorar o perfeito....
ResponderEliminarLores es un cachondo: 30 km por hora en Pontevedra es como ir a la velocidad de la luz....
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