La llamada “Casa da Luz”, en tal caso fábrica o central, con fachada principal hacia la plaza de la Verdura pretende ser reconvertida ahora, tras la inversión de una importante cantidad d euros,(783.173,10), en el centro administrativo y promocional de la empresa municipal “Turismo de Pontevedra” y de la mancomunidad “Terras de Pontevedra”.
En principio nada se debiera objetar a esta iniciativa de rehabilitación, pero enseguida surgen dudas.
Primero porque quizás debió escogerse un edificio mejor para servir a la vez de referencia de calidad turística. La citada “Casa da Luz” en cuestión no deja de ser una recreación arquitectónica de los años setenta, que nada tiene que ver con el antiguo edificio que sirvió de Macelo y después de central eléctrica. En definitiva que nos encontramos ante un edificio de bajo valor histórico –artístico. Y ahora nos acordaremos de esas cesiones de tintes fraudulentos para la ciudadanía como fueron la entrega a la denominación de origen Rias Baixas, del Pazo de Mugártegui, y del regalo a la Universidad de la Casa das Campás.
En segundo lugar, aunque probablemente sea una buena sede para las oficinas y otras actividades promocionales, a nadie se le escapa que la casona de la Plaza de la Verdura pueda funcionar adecuadamente como “centro de recepción turística” precisamente uno de los inmuebles con la situación más inaccesible de Pontevedra. Habría que hacer un estudio serio de los transportes que usan los visitantes de Pontevedra. Para este cometido quizás fueran más acertadas otras propuestas, que van desde el bajo de la Casa Consistorial, al edificio del ahora calamitoso Café Savoy, o el entorno de la Alameda.
En tercer lugar y esto ya es estructural, habría que tener cuidado de no duplicar ni triplicar servicios, ya que dado el circo institucional que pagamos todos, nos podemos encontrar con el Palacete de las Mendoza en Santa María, sede del Patronato Turístico de las Rias Baixas, la oficina turística de la Xunta, heredera del Ministerio de Información y Turismo, en las galerías de la Oliva, y ahora el popurri de nuevas marcas turísticas municipales como “Terras de Pontevedra”.
En principio nada se debiera objetar a esta iniciativa de rehabilitación, pero enseguida surgen dudas.
Primero porque quizás debió escogerse un edificio mejor para servir a la vez de referencia de calidad turística. La citada “Casa da Luz” en cuestión no deja de ser una recreación arquitectónica de los años setenta, que nada tiene que ver con el antiguo edificio que sirvió de Macelo y después de central eléctrica. En definitiva que nos encontramos ante un edificio de bajo valor histórico –artístico. Y ahora nos acordaremos de esas cesiones de tintes fraudulentos para la ciudadanía como fueron la entrega a la denominación de origen Rias Baixas, del Pazo de Mugártegui, y del regalo a la Universidad de la Casa das Campás.
En segundo lugar, aunque probablemente sea una buena sede para las oficinas y otras actividades promocionales, a nadie se le escapa que la casona de la Plaza de la Verdura pueda funcionar adecuadamente como “centro de recepción turística” precisamente uno de los inmuebles con la situación más inaccesible de Pontevedra. Habría que hacer un estudio serio de los transportes que usan los visitantes de Pontevedra. Para este cometido quizás fueran más acertadas otras propuestas, que van desde el bajo de la Casa Consistorial, al edificio del ahora calamitoso Café Savoy, o el entorno de la Alameda.
En tercer lugar y esto ya es estructural, habría que tener cuidado de no duplicar ni triplicar servicios, ya que dado el circo institucional que pagamos todos, nos podemos encontrar con el Palacete de las Mendoza en Santa María, sede del Patronato Turístico de las Rias Baixas, la oficina turística de la Xunta, heredera del Ministerio de Información y Turismo, en las galerías de la Oliva, y ahora el popurri de nuevas marcas turísticas municipales como “Terras de Pontevedra”.
Para conocer otra visión de este tema:
ResponderEliminarxesuslopez.blogspot
Lo de las casa das campas la verdad es quedo bien y le da punto y vida a la zona. Lo del Pazo de Mugartegui pasa sin pena ni gloria, pero lo de la Casa de Luz ha quedado bien; la pena es que como dice se ha perdido el antiguo edificio de Macelo, y central eléctrica. Los responsables deberían de pensar en rendir un homenaje a ese asunto en la parte expositiva de parte baja: Pontevedra fué pionera en el alumbrado eléctrico y es un crimen que eso permanezca en el olvido. Con un poco de imaginación se podría hacer una miniexposición permanente que le diera un sesgo distinto a los temas de atención.
ResponderEliminarA mi no parece mal como sede. En Pontevedra, todo queda cerca y el casco es uno y espectacular. Que se trabajen el tema de la sinaléctica que es bastante mala. Otro tema es sede de que: lo de Terras de Pontevedra es un programa que acaba el año que viene, y es un poco artificial: a nivel provincial tenemos Rias Bajas, y a nivel local Pontevedra; el resto va a durar lo que dure el dinero de la CE, porque no veo a Poio y demás ayuntamientos de la mancomunidad poniendo dinero para sostener una sede en la capital, y sino al tiempo...