Las escaleras de la Alameda a San Roque

Andan estos días los vecinos del barrio de San Roque indignados por la supresión de las escaleras que enlazan la zona de la rotonda de la Alameda y la glorieta de aquel barrio. Y llevan razón por varias razones de peso. Ya adelantamos que cualquier aprendiz de jurista ganaría este pleito aduciendo que es una servidumbre de paso intemporal. Y vaya si lo es. Para acceder del barrio de San Roque a la ciudad, hasta la supresión de la vía del ferrocarril, que transcurría a lo largo de la Avenida de Reina Victoria, los del arrabal tenían que superar un paso a nivel que estaba en la glorieta citada . Y después andando, alcanzar la rotonda, que ahora se está restaurando, de ese parque. Con posterioridad, cuando se hizo el parking subterráneo, se privó de circulación rodada a la cabecera de dicho espacio arbolado .Nosotros aun recordamos la Batalla de Flores y varias pruebas ciclistas alrededor de la Alameda. Hoy eso es imposible. Y lejos de utilizar los fondos disponibles en reordenar ese espacio y corregir errores anteriores, parece que no se está trabajando en esa línea.
Pero volviendo con los derechos de los de A Moureira, aun por encima, para consolidar más si cabe ese derecho de paso por esas escaleras, ahora suprimidas, hay que recordar que en un altillo de esas inmediaciones se encontraba hasta los años sesenta la popular fonte de San Roque, de las primeras que se pusieron en la ciudad cuando se inauguró la célebre traída de Sesmero.
Nosotros hemos encontrado esa sencilla fuente de hierro instalada ahora en ¡la cabecera de la Alameda! Ya puestos a restaurar la Alameda vamos a solicitar que dicha fuente vuelva a su sitio original, en el talud de las escaleras que ahora quieren suprimirse, para convertir aquello en un jardín que nunca existió.