Es una paradoja que frente al monumento a los Héroes de Ponte Sampaio, que expresa la lucha del pueblo contra el invasor francés, se sitúe el edificio más afrancesado de toda la ciudad, que no es otro que nuestra Casa Consistorial.
Porque cuando en el lejano 1880 el arquitecto Alejandro Rodríguez Sesmero remate la obra del Concello, no estará haciendo otra cosa que insertar en la trama urbana pontevedresa, nada menos que un palacete parisino estilo “II Imperio”.
No hace muchos años que el historiador coruñés Sánchez García, descubría que Sesmero había plagiado en parte, el diseño del “Hotel Privé” de la Rue de Valois du Roule, en París, adaptándolo eso si, a la función de edificio institucional, con la inclusión de los escudos de Pontevedra, el balcón principal o el reloj del ático.
Pero esta copia de esa arquitectura francesa, no obsta a que la sede de nuestro ayuntamiento fuera elogiada, ya desde la propia finalización de las obras, por sus proporciones y adaptación a las necesidades y modas de la época.
Es más, hace pocos lustros que el profesor Wifredo Ricón incluyó a nuestro palacio municipal entre los nueve más bellos de España. Y eso que pudo escoger entre más de ocho mil ejemplos.
Ahora, a pesar de que se anuncien unas necesarias obras de rehabilitación del edificio decimonónico, creemos que todavía no existe una plena conciencia cívica y política de la posesión de una joya patrimonial como es nuestra Casa Consistorial, a la que ni siquiera son capaces de eliminar las hierbas que aparecen en sus cornisas.
No vaya a ser que suceda algo semejante a la suerte que siguieron los planos originales de esta construcción, que como recoge Rodrigo Cota, en su Loca Historia de Pontevedra, acabaron sirviendo para confeccionar unas enaguas.
(publicado en La Voz de Galicia 17 / 10 /2011)
Lo leí en la prensa escrita y me encantó verte como columnista. Ya te podían dar un espacio semanal, y a mí otro en el Diario o Faro :D
ResponderEliminarSe iban a enterar algunos..