Hace exactamente un siglo, concretamente en 1911, la prensa pontevedresa se hacía eco de una polémica social, suscitada nada menos que por la irrupción de la moda de la falda - pantalón en las mujeres más acomodadas, lo que los diseñadores franceses llamaban la jupe culotte.
Hasta entonces por estos pagos, no se había visto nada similar en la forma de vestir de las damas, e incompresiblemente para la mentalidad actual, las primeras usuarias de esta novedosa prenda sufrieron los más despiadados ataques.
Las primeras noticias de estos abusos, las recoge el Diario de Pontevedra de 23 de febrero de 1911, y vienen referidas a Madrid. La reseña hace mención a que “Reprodujéronse hoy al anochecer, los actos de incultura, al pasar por la Puerta del Sol, dos señoras vistiendo la falda – pantalón”. Pero es que por ese mismo medio de comunicación, sabemos que dos días después “se promovió una salvajada en la Carrera de San Jerónimo. La marquesa de Mos que iba acompañada de su esposo y de otra amiga, vistiendo la falda- pantalón, fue objeto de una brutal acometida por algunos grupos, teniendo que refugiarse en una joyería para ponerse a salvo de los desmanes de los alborotadores”.
Lo cierto es que la irrupción de esta prenda despertó las más acaloradas polémicas en la prensa, entre sus detractores y sus defensores.
Por ejemplo, una crónica del día catorce de marzo, firmada por Manuel Pelayo, advertía a las mujeres que “ la falda es algo vuestro, peculiar...Dejad en paz los pantalones y conformaos con los que son más bonitos y tienen cintas y puntillas...”
Por el contrario, por su modernidad y racionalidad, son muy interesantes las declaraciones de la eximia Doña Emilia Pardo Bazán, que publicaba el citado Diario de Pontevedra de 20 de marzo de ese mismo año. Extractamos los párrafos más interesantes:
“La opinión de la insigne novelista es favorable, sin apasionamiento llevada solo de lo tolerante y clara comprensión de las circunstancias, al empleo de la nueva moda”. Añade además la coruñesa, que la tan cacareada prenda “ tendrá todo el aspecto de una falda y la comodidad de un pantalón. Mil veces más “convienable” que la falda trabada, permitirá a la mujer subir sin riesgo y sin compromiso, sin que escandalice a trenes, coches, etc” .
Lo cierto es que Doña Emilia muestra que estaba a la altura de los nuevos tiempos cuando hace ver que “hace mucho tiempo que a la falda – pantalón le han precedido los trajes de las ciclistas, sus ligeros bombachos, las leglettes de las excursionistas y alpinistas, los calzones apenas recubiertos por breve faldamenta de las amazonas...”
Al final de su artículo, la Pardo Bazán hace votos “porque la nueva moda se implante y proporcione a las laboriosas y a las que se ganen el pan o sencillamente a las que se ganen la salud respirando mucho aire y haciendo mucho ejercicio el medio de llegar a sus fines”.
De todas formas no será hasta la primavera cuando tengamos las primeras referencias de la irrupción de la falda – pantalón en Galicia.
Así el día 24 de marzo podremos leer en nuestro diario que “Dicen de Santiago que ayer tarde se armó una regular trapatiesta en el Preguntoiro por ocurrírsele a unos muchachos decir que una joven que vestía elegantemente, llevaba la tan discutida falda-pantalón. Auxiliada por una persona pudo evadirse”.
El 4 de abril, de nuevo la prensa local se hace eco de lo que dice La Concordia, un periódico de Vigo: “El escaparate de Fin de Siglo es desde anteanoche un jubileo. Constantemente hay allí agrupada gente que contempla dos ejemplares de los vestidos modernistas, una falda pantalón y una jupe culotte. Y como uno de ellos tiene debajo un cartel que dice Vendido, la curiosidad es todavía mayor pues son muchos los que se preguntaban: ¿Para quién será? Escusado es decir que observando los trajes surgen variedad de comentarios y para todos los gustos”.
Más sorprendentes son aun las noticias que nos llegan el 22 de mayo de La Coruña. La crónica no tiene desperdicio:
“A las ocho y media poco más o poco menos, de la noche de ayer hizo su aparición en el Cantón Grande una joven. Como a esa hora estaba el paseo muy animado en dicho punto su presencia no fue advertida en los primeros momentos, pero un chico gritó entusiasmado:
– ¡Una falda-pantalón! – Y en pocos minutos se vio la muchacha rodeada de curiosos. Mal como pudo deshizo el cerco, hasta entonces respetuosa con ella, y continuó andando; pero el grupo fue engrosando rápidamente, y de la boca de un cochero, ¡cochero tenía que ser! Salió el primer insulto.
Hicieron coro al de la tralla unos cuantos chiquillos y toda la golfería que se reúne en la Rúa Nueva, y entonces la muchacha tomó prudentemente por el Relleno para seguir por la Marina.
Pero la noticia había corrido entre el público y la gente siguió tras de la joven , contemplándola unos por curiosidad y abucheándola otros.
Cerca de la Inspección de vigilancia dos guardias municipales trataron de contener a la gente y proteger a la mujer, pero tuvieron precisión para ello de desenvainar los sables y repartir algunos golpes para evitar que los arrollasen.
Al fin, y tras no pocos esfuerzos, consiguió la chica ganar la escalera de la Inspección y en dicho centro estuvo más de una hora esperando a que el público despejase.
Una amiga suya le llevó otras ropas para vestirse y a las diez salió para su casa sin haber sufrido el menor daño ni el más ligero deterioro de sus prendas.
Al escándalo promovido con este motivo contribuyó en gran parte la calidad de la joven portadora de la jupe culotte, una señora del vivir alegre; pero esto no disculpa la actitud de algunos sujetos que trataban de golpearla por el sólo hecho de vestir con la tan discutida prenda”.
Unos días antes en Pontevedra, la ciudad que se preparaba para vivir unas fiestas de agosto memorables, con las primeras exhibiciones aéreas de Garnier, con la inauguración del monumento a los Héroes de Ponte Sampaio, con la arribada del cañonero “Hernán Cortés”, o con los excelentes conciertos del violinista Manuel Quiroga, triunfador en Paris, también crecía la pasión por la falda - pantalón.
Así, bajo el epígrafe de “Pontevedra Elegante” el diario recogía el seis de mayo un corto que decía textualmente: “La falda – pantalón, esa última creación del arte del vestir, que ha suscitado polémicas tan violentas y acerca de la cual se han emitido juicios tan contradictorios, acaba de hacer su irrupción en Pontevedra, y se exhibirá mañana en los escaparates de La Moda”.
Tres días más tarde podemos leer las consecuencias de este anuncio “Ayer se exhibió en el comercio La Moda, un modelo de la falda- pantalón perfectamente colocado en un maniquí.
Desde la mañana hasta las diez de la noche fue extraordinaria la concurrencia que desfiló por delante de dicho establecimiento contemplando la referida prenda”.
Y ya adelantamos que la prensa no informará de la primera usuaria pontevedresa de la tan controvertida prenda.
No sabemos tampoco lo que sucedería meses más tarde con el uso de este vestido que revolucionó a la sociedad. Lo único que recogen los medios, ahora en el periódico “El Progreso” del 16 de julio, es que un novio de Bucarest, acabó disparando sobre su prometida por llevarle la contraria al vestir la falda –pantalón.
Por último, decir anecdóticamente, que a finales de ese año de 1911, en las primitivas salas cinematográficas de Galicia, se proyectaba la “hermosa película humorística” titulada “Consecuencias de la falda – pantalón”.
(publicado en la Revista de la Asociación de Vecinos "San Roque" 2011.)
¡¡Feliz año 1911!! En el cual debemos reseñar además otra de las grandes hazañas del diseño del siglo XX, junto con la falda pantalón: es el año de adopción de una de las mejores armas de todos los tiempos por el US ARMy.
ResponderEliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/M1911
"De esa guerra (Filipinas) y una investigación militar con ganado vivo y cadáveres humanos, la famosa comision Thompson - La Garde, se concluyó que la pistola semiautomática con el mejor poder de parada sería una de calibre .45, cuya bala pesara 14.9 g y tuviera una velocidad aproximada de 240 m/s. Por lo anterior, en 1906 el gobierno de Estados Unidos saca a concurso la compra de una pistola que tuviera las características concluidas. De las seis empresas participantes, el modelo de la compañía Colt ganó el concurso. Éste fue diseñado por John Browning, que también diseñó el cartucho apropiado para el arma, el .45 ACP.
La pistola de la Colt fue adoptada oficialmente en marzo de 1911 por el Ejército estadounidense bajo el nombre de M1911. La Armada y el Cuerpo de Marines la adoptan en 1913."
La falda pantalón (23 febrero) y la colt 1911 (marzo) adoptadas apenas con una semana de diferencia !!!!!!!!!!!
ResponderEliminarIs it possible for you to post on your blog a high resolution scan of the photo " la moda y la falda pantalon?" Also the date and name of the newspaper it was published in?
ResponderEliminarI am researching the designer Margaine-Lacroix whose outfit is pictured on the right.
Many thanks
Susie
For Susie:
ResponderEliminarThe magazine is "Nuevo Mundo"
date: 23 2 1911
http://www.memoriademadrid.es/buscador.php?accion=VerFicha&id=37807