Mucho se ha escrito estos días sobre la aparición de la "mano" de Colón, el apéndice de mármol que estaba extraviado desde hace muchos años.
A la pobre estatua del almirante, esculpida por Sanmartín en los últimos años del siglo XIX, también le faltan otros atributos, como la cruz que remataba el pendón de Castilla.
Este elemento tan frágil, todavía era visible en las fotos antiguas de su emplazamiento original, en el vivero de la finca de Montero Ríos, en Lourizán, y con esa integridad se trasladó al lugar que actualmente ocupa desde 1949.
Si algún día se deciden a restaurar esta imagen es bueno que sepan este detalle.
Mientras, el pedestal sigue lleno de pintadas. Pero esas son otras cruces.
A la pobre estatua del almirante, esculpida por Sanmartín en los últimos años del siglo XIX, también le faltan otros atributos, como la cruz que remataba el pendón de Castilla.
Este elemento tan frágil, todavía era visible en las fotos antiguas de su emplazamiento original, en el vivero de la finca de Montero Ríos, en Lourizán, y con esa integridad se trasladó al lugar que actualmente ocupa desde 1949.
Si algún día se deciden a restaurar esta imagen es bueno que sepan este detalle.
Mientras, el pedestal sigue lleno de pintadas. Pero esas son otras cruces.
Estimado D. Filiberto, tal y como se aprecia en la fotografía que ilustra su post, la verdadera y "original" mano de la estatua de Colón, era una mano abierta y sin pergamino y no esa que en el Faro de Vigo entregó el vándalo cuarentañero, arrepentido por su trastada de hace 30 años.
ResponderEliminarActualmente además de la cruz, le falta la naríz, así que tenemos un Colón que además de manco es chato.
Enhorabuena por sus casi siempre excelentes entradas.
Yo me acuerdo perfectamente de la mano abierta. Aunque es cierto que también me suena lo del pergamino. Quizá hubo una restauración en la que se incorporó el pergamino, y fue la del acto vandálico del asunto de hace 30 años.
ResponderEliminarPor cierto: Hubo una época en la que los arrepentidos entregaban los objetos en el Diario de Pontevedra. Ahora lo hacen en el Faro de Vigo. Me pregunto si no será síntoma de algo...