Debieron transcurrir los primeros cien días del nuevo gobierno local compuesto por antiguos concejales, con más pena que gloria.
Entre las nuevas medidas acordadas llamó la atención la paralización de proyectos que en mayo eran una panacea para la ciudad y en junio una ruina.
En este blog ya advertimos de disparates como el CITA, la musealización de la plaza de Valentín García Escudero, la dispersión de las competencias en materia turística o el coste disparatado de la perrera municipal. Además también se recortó personal de libre designación del gabinete de la Alcaldía, algo ya tratado en algún post.
Lo anterior indica que estábamos ante unos malos gestores de la cosa pública y que llevábamos algo de razón.
De esos cien días del “nuevo” gobierno, por su carácter ilustrativo, nos quedamos con el célebre viernes de la Feira Franca, en cuya noche se derrocharon muchos kilos de pólvora en fuegos de artificio, toda una muestra de pan y circo, cuando otros ayuntamientos limítrofes estaban precisamente ahorrando en esas partidas para afrontar lo que se nos avecina.
En fin, los ciudadanos votaron más de lo mismo. Y la verdad es que acertaron.
Benvido compañeiro! Y los medios y la oposición pasaron de los 100 dias.
ResponderEliminarPontevedra tiene lo que se merece son unos muertos de hambre
ResponderEliminarDa igual 100 que 1000. Esta corporación no nos va a llevar a ningún sitio bueno. Pero Pontevedra está preciosa.....
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