Estos días se está procediendo a la sustitución de las farolas tipo "fernandino", más bien habría que decir "isabelino", pues el célebre Fernando VII cuando nació la que sería Isabel II, y en su honor, mandó iluminar sus palacios instalando un nuevo modelo de farola de gas, que con el tiempo sería imitada, incluso demodé en otras ciudades.
Por cierto que no sabemos de donde sacan ahora el detalle de que las nuevas luminarias del entorno de la Herrería, se asemejan a las primitivas farolas de 1888, de cuando llegó la luz a Pontevedra.
Bueno, si toda comparación es odiosa, veamos porque en Vigo consiguieron que en muchas reformas urbanas se mantuvieran las ya famosas "fernandinas", obligando incluso sus residentes a recolocarlas cuando ya se habían sustituídas por otras nuevas.
La primera diferencia con Pontevedra, que se nos ocurre, es que en la ciudad olívica existe un movimiento vecinal más dinámico y libre. En la capital ya sabemos como están las cosas ,nada menos que tres federaciones vecinales. Y en todo caso ¿dónde están los vecinos o al menos los líderes vecinales para defender las todavía útiles farolas de la Herrería? Ni una simple carta, recogida de firmas, propuesta de manifestación...
En segundo lugar, quizás haya que alabar el comportamiento de la prensa local, probablemente consecuencia de la libertad vecinal. En la prensa viguesa, tanto autóctona como de ediciones, se ha debatido mucho sobre ese tema, se han publicado artículos y diferentes pareceres, en fin ,hasta se han animado a realizar encuestas entre las preferencias de los habitantes. Me parece que en Pontevedra, salvo el artículo de Xesús López titulado "Ferrería momento sensible" no ha salido otro a la luz pública.
El tercer punto motivo de reflexión, es de orden naturalmente político, y también hijo de los dos primeros axiomas. Por eso no es de extrañar que un alcalde haya tenido que dar marcha atrás en el asunto de una mera sustitución de farolas por simple "presión vecinal". Pero es que incluso la oposición, en aquel caso el PP, se ha posicionado en favor de la defensa de esos elementos de fundición. Señal de que el político tiene algo de "respeto" por el ciudadano.
Huelga decir que ninguno de los comportamientos expuestos, de tipo vecinal o político, existen en Pontevedra, o por lo menos eso parece.
¡No a la sustitución de las farolas de la Herrería!
Por cierto que no sabemos de donde sacan ahora el detalle de que las nuevas luminarias del entorno de la Herrería, se asemejan a las primitivas farolas de 1888, de cuando llegó la luz a Pontevedra.
Bueno, si toda comparación es odiosa, veamos porque en Vigo consiguieron que en muchas reformas urbanas se mantuvieran las ya famosas "fernandinas", obligando incluso sus residentes a recolocarlas cuando ya se habían sustituídas por otras nuevas.
La primera diferencia con Pontevedra, que se nos ocurre, es que en la ciudad olívica existe un movimiento vecinal más dinámico y libre. En la capital ya sabemos como están las cosas ,nada menos que tres federaciones vecinales. Y en todo caso ¿dónde están los vecinos o al menos los líderes vecinales para defender las todavía útiles farolas de la Herrería? Ni una simple carta, recogida de firmas, propuesta de manifestación...
En segundo lugar, quizás haya que alabar el comportamiento de la prensa local, probablemente consecuencia de la libertad vecinal. En la prensa viguesa, tanto autóctona como de ediciones, se ha debatido mucho sobre ese tema, se han publicado artículos y diferentes pareceres, en fin ,hasta se han animado a realizar encuestas entre las preferencias de los habitantes. Me parece que en Pontevedra, salvo el artículo de Xesús López titulado "Ferrería momento sensible" no ha salido otro a la luz pública.
El tercer punto motivo de reflexión, es de orden naturalmente político, y también hijo de los dos primeros axiomas. Por eso no es de extrañar que un alcalde haya tenido que dar marcha atrás en el asunto de una mera sustitución de farolas por simple "presión vecinal". Pero es que incluso la oposición, en aquel caso el PP, se ha posicionado en favor de la defensa de esos elementos de fundición. Señal de que el político tiene algo de "respeto" por el ciudadano.
Huelga decir que ninguno de los comportamientos expuestos, de tipo vecinal o político, existen en Pontevedra, o por lo menos eso parece.
¡No a la sustitución de las farolas de la Herrería!
A mi esa foto me evoca una especie de acto de brutalidad. Como los bárbaros paseando por Roma, difrutando con el destrozo de la belleza que eran incapaces de crear o siquiera de apreciar.
ResponderEliminarLo de las farolas es una bestialidad, una obscenidad, y probablemente un delito...
Es talibanismo en grado puro.
ResponderEliminarPero nuestra sociedad está totalmente muerta y no existe una asociación vecinal con verdadera fuerza.
Algunas de ellas son simples pantallas del BNG, y puede que en algún caso no haya una docena de afiliados.
Hai que tener en cuenta una cuestión. Las nuevas farolas (alguien cobrará, presuntamente, comisiones; puede que ayudas para la campaña que ya está áhí).
En alguna de las nuevas farolas andan los nuevos colgantes horteras de este Concello:
"Mobilidade intelixente", "Cidade sustentábel", eso referido a una ciudad que han matado y en la que los ciclistas parecen tener licencia para matar. A eso le llaman "mobilidade intelixente" estos pirados.
Asociaciones de vecios y prensa, sin esos agentes nada se puede hacer. La oposicion mientras destrozan Pontevedra anda con las tonterias de la silla del alcalde.
ResponderEliminaruna entrada brillante, Don Filiberto...
ResponderEliminarPontevedra necesita una Televisión local donde se puedan denunciar estas cosas y se entere el gran público.
ResponderEliminarLOcalia es Giraldez y Giraldez se va a presentar sus actos como estrella invitada pero cobrando.
ResponderEliminarpropongo un seguimiento a cargo de Pontevedra Alternativa sobre el destino de esas farolas, mediante reclamación por escrito en el registro del concello. Queremos saber si van a ser instaladas en el chalet de don Alfredo.
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