Fue el 26 de noviembre de 2009 cuando desde este blog nos atrevíamos a despedir a las farolas fernandinas de la plaza de la Herrería, dispositivos éstos que próximos a cumplir un cuarto de siglo, eran un modelo de revival de las que se colocaron alrededor de 1840 en muchos lugares de la Corte para alumbrar con gas. No nos equivocamos, conociendo al personal.
La previsión de acceder a un dinero fácil por las empresas de siempre, la espectacularidad populista del proyecto y unas grandes dosis de filosofía de "nuevo rico" eran ingredientes más que suficientes para entender que había que renovar completamente el sistema de alumbrado público pre-existente.
Debemos de ser la única ciudad del planeta donde se ha permitido forrar con farolas de acero inoxidable todo un edificio de la Delegación de Hacienda, antiguo convento de San Francisco, donde igualmente ahora no es posible fotografiar los ábsides góticos de dicho templo porque se instaló todo un bosque de mástiles de farolas que entorpecen la visión de los ventanales ojivales desde la calle de Cobián Roffigñac. Debemos ser también el único lugar civilizado donde unas compostelanas y barrocas torres dieciochescas del santuario de la Peregrina se iluminan con un tono azul.
Dicen ahora, que con motivo del nuevo alumbrado del entorno de San Francisco y la Herrería, que se va a recuperar el primer modelo de farola eléctrico de la ciudad, en todo caso cosa incierta, el que tenía un fuste con forma de báculo y se ubicaba en la Ferrería. Y en más sitios, amigos, como la plaza de la Peregrina, la de Curros Enriquez, la de San José...
Aaaah, como los parvos viendo los fuegos artificiales. Este dinero del plan E merecía un destino mejor y de carácter más social, no para los mismos de siempre.
La previsión de acceder a un dinero fácil por las empresas de siempre, la espectacularidad populista del proyecto y unas grandes dosis de filosofía de "nuevo rico" eran ingredientes más que suficientes para entender que había que renovar completamente el sistema de alumbrado público pre-existente.
Debemos de ser la única ciudad del planeta donde se ha permitido forrar con farolas de acero inoxidable todo un edificio de la Delegación de Hacienda, antiguo convento de San Francisco, donde igualmente ahora no es posible fotografiar los ábsides góticos de dicho templo porque se instaló todo un bosque de mástiles de farolas que entorpecen la visión de los ventanales ojivales desde la calle de Cobián Roffigñac. Debemos ser también el único lugar civilizado donde unas compostelanas y barrocas torres dieciochescas del santuario de la Peregrina se iluminan con un tono azul.
Dicen ahora, que con motivo del nuevo alumbrado del entorno de San Francisco y la Herrería, que se va a recuperar el primer modelo de farola eléctrico de la ciudad, en todo caso cosa incierta, el que tenía un fuste con forma de báculo y se ubicaba en la Ferrería. Y en más sitios, amigos, como la plaza de la Peregrina, la de Curros Enriquez, la de San José...
Aaaah, como los parvos viendo los fuegos artificiales. Este dinero del plan E merecía un destino mejor y de carácter más social, no para los mismos de siempre.
-Pero...¿Y entonces? ¿Se acabará el dinero para proyectos, Don Saturno...?
ResponderEliminar-El dinero público no puede acabarse nunca, Toña: pronto llegarán oleadas de ovnis, miles de ellos con las bodegas cargadas de oro y de plata. Y llevaremos adelante nuestros proyectos para POntevedra. Hasta el final. Ni un paso atrás, Toña, ni un paso atrás...
-Socialismo o muerte, DOn Saturno.
-Socialismo o muerte, Toña.
Sr.Don, es muy acertada su visión de estos asuntos. Todos nos preguntamos que pasa con el alumbrado en "farolavedra". Tenemos cerca de 20 modelos de farolas, ponen y quitan sin criterio. No se dan cuenta que las farolas tienen que alumbrar y punto, que no están los tiempos para florituras. Les preocupa más que se vean de día a que alumbren de noche. Son enormes las necesidades de la ciudad y tiran el dinero a manos llenas.
ResponderEliminarLo de las azuladas torres del Santuario de la Peregrina, demuestra la falta de sensivilidad y sobre todo de identidad.
Ou sexa que estos ceporros se van carga-la iluminación da Ferrería, que realmente contribúe a lle dar un certo empaquete.
ResponderEliminar¿Con qué veñen? ¿Máis folecarolinos? ¿Máis luminaria encastañada no chan, contaminación lumínica a tope?
Un certo empaque..., quixen decir.
ResponderEliminarNo busquemos explicaciones a los "fenómenos iluminarios" de la ciudad. Sigamos el rastro del dinero.
ResponderEliminar¿Empresas adjudicatarias? ¿Son una o varias? ¿Quienes son los propietarios de las acciones? ¿Los administradores, qué apellidos tienen? ¿Hay parientes de ediles por medio? ¿Los proyectos presentan "reformados"? ¿Cómo son los presupuestos? ¿Qué importes?
¿A qué chalets van a parar las viejas farolas de fundición?
-Usted quiere saber demasiado. Aténgase a las consecuencias. Y habrá consecuencias. -Sentenció Don Alfredo con una enigmática sonrisa, antes de cerrar la puerta del Audi A8 azul marino metalizado.
Yo también corrijo, sensible sensibilidad con b. Aprovecho y cuento el comentario callejero, dicen que iluminan San Francisco por que allí vamos a tener que ir a comer todos.
ResponderEliminarQue razón tienes, Don Ramón !!!!!!!!
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