sábado, 31 de julio de 2010

Sobre la marcha del gerente de Turismo


La noticia local más seria de la semana, aparte de la reunión del berberecho blog, ha sido sin duda la marcha del gerente de Turismo de Pontevedra, Ernesto Páramo.
Es un debate muy interesante el del funcionamiento de las empresas públicas y organismos autónomos municipales, y más jugoso aun la relación de los gerentes con los cargos políticos léase alcalde y concejales de turno. Lo cierto es que si los gerentes técnicos, elegidos tras un arduo proceso de selección, no son quien para marcar las directrices de funcionamiento del organismo al que pertenecen, entonces también quiere decir que su figura es totalmente superflua. Para que haya un empleado adjunto o subalterno del concejal de turno, es mejor eliminar la figura en cuestión.
En Pontevedra, desde hace muchos años tenemos la figura del gerente del pazo da Cultura, un organismo autónomo municipal, que se creó, ved sino los estatutos, como motor de la vida cultural, congresual y aún feriática, para que la ciudad se promocionara no sólo ua nivel municipal, sino que fuera un referente provincial, y mirad ahora como lleva funcionando desde hace unos años. Su oferta de actividades es fácilmente superada por la de cualquier asociación vecinal o cultural. Eso si la gerente ni dimite, ni se le despide ni rinde cuentas.
Al menos Ernesto, tuvo la valentía y la honradez de hacerlo.

6 comentarios:

  1. 1º Nadie es profeta en su tierra.

    2º Ernesto es un buen profesional, forjado en la empresa privada, y seguro que no va a tener problema en encontrar un buen trabajo.

    3º Seguro que está aliviado de haber perdido de vista a algún cara de cona municipal.

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  2. -¿Ha visto la foto, Don Alfredo?¡Ay que ver que semana tan movidita llevamos! Primero lo del gerente de Turismo, y luego, esa extraña reunión de ácratas blogueros con ese tal "Petete" ¿lo ha visto ya Don Alfredo?

    -Claro que lo he visto ¡Y relájese Julián, no me de el coñazo, hombre! ¡Que manera de gritar, por Dios Bendito...! Esta mañana parecen todos locos en esta bendita casa consistorial -Don Alfredo cierra la pantalla de su portátil y se levanta de la gran mesa de caoba -¡Pues sí! ¿Y qué? ¿Qué cojones pasa? ¿Eh?

    -¡Ay Don Alfredo, el gerente...!
    -¡Se contrata otro! ¡Mañana mismo! ¡Venga, cuantos candidatos hay en lista! ¿Setenta? ¿tres mil? ¿Quiere que ponga el anuncio de la convocatoria, a ver que pasa?

    El empleado municipal balbucea torpemente sin saber que contestar.

    -Pero esto de la "berberechada"... esto es diferente -dice Don Alfredo sonriendo pícaramente -¡Me gusta!¡Sí, señor, me gusta la gente con cojones, con honor... con principios! ¡Me gustan, coño! ¿No le parece, Julián?

    -Yo... esto... -Julián Ferreras baja la cabeza con ademán humillado.

    -Cuatro tíos con integridad, ¡ahí los tiene, Julián! -Don Alfredo hace restallar la palma de su mano contra la foto del periódico local -¡Con dos c-o-jo-nes! -Y a continuación se ríe atronadoramente. Tras la tormenta viene la calma, un pausado silencio y Don Alfredo recupera el tono sereno y comedido:

    -Yo voy a darles mi voto, Julián.Se lo han ganado: cuatro tipos que se atreven a dar la cara, almorzando sonrientes sobre la mesa de madera, exponiéndose públicamente a la Ira del Todopoderoso, que es el Partido... ¡¡¡¡esos valientes, sean quienes sean, merecen mi voto!!!!

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  3. -¿Y ahora que pasará, Don Alfredo?

    -Pasará lo de siempre: primero empezarán las presiones al cabecilla del asunto. Luego vendrán las amenazas. Si no se echa atrás, entonces lo asfixiarán económicamente... tú ya sabes cómo se hace eso, en una ciudad pequeña, ¿verdad? cuatro llamadas a los restaurantes donde se hacen las cenas del partido, otras tantas al resto donde no se hacen, pero se le promete que se van hacer... ¡y adiós muy buenas! No vuelva usted por aquí jamás. De esta fase no suele pasar ya ningún valiente... pero, por si los milagros existieran, aún nos quedaría la fase final: el asesinato social, la muerte civil del condenado. Hacer que todo el mundo le retire el saludo, que las "honradas" familias aparten la cara cuando se crucen con él por la calle...

    -¡Oiga Don Alfredo! ¿Y cómo se asesina socialmente a alguien?

    -Difundiendo las más bajas especies sobre el candidato, entre los tres militantes más activos y estúpidos del partido, aquellos bordelines que siempre están a la que salta en bares y tabernas y dejar que la murmuración, el cinismo y la cobardía natural del ciudadano hagan el resto. Nuestra fuerza, Julián, radica exclusivamente en la cobardía y la estupidez de la gente. Sin ellas, no somos nada, no se olvide jamás de esto que le digo. COBARDÍA Y ESTUPIDEZ-resalta con intensidad en el tono.

    -¿Pero cómo dice usted, Don ALfredo?

    -la gente puede ser una cobarde integral, pero si además, no fueran estúpidos, nuestro poder se esfumaría como gotas de lluvia entre los dedos... No Julián, no, no basta con que sean cobardes, con que agachen sus miradas al pasar a nuestro lado, no llega con que sonrían servilmente cuando nos ven en el palco de honor, no, no basta con que se humillen y sonrían cínicamente a nuestro lado... además deben ser estúpidos de remate. (sigue)

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  4. -¡Don Alfredo yo a usted no le entiendo! ¿Pero no dice usted que es mejor que le teman a que le amen? ¿No basta el temor del administrador para ejercer el poder?

    -Usted es idiota, Julián. No me extraña verle incluido en la plantilla municipal... pero en fin, sigo con mi exposición: decía que no basta el miedo cerval, la cobardía extrema. No. además se necesita la estupidez. ¿por qué? El miedo es humano. Y más en una pequeña capital de provincias. Todo el mundo se conoce, se espía, se vigila. Pocos puestos de trabajo, precarios que dependen del Partido, subvenciones, nóminas... ese bar en el que tomas café... no hay lugar para los valientes en un espacio tan estrecho, tan limitado... el miedo es lo natural. La cobardía social, una forma especializada de supervivencia. Sin embargo...

    -¿Sin embargo?

    -Bastaría que 1.800 hombres y mujeres anónimos depositaran una papeleta con el nombre del candidato el día de las elecciones locales, para que se produjera un terremoto sin precedentes en esta ciudad de muertos vivientes. 1.800, que aún no teniendo el valor de salir en una foto de berberechada con el candidato... ni con valor para que su nombre aparezca en la lista electoral, ni siquiera con la gallardía de que le vean en público por la calle con él y sin embargo, bastaría que aún careciendo de valor, tuvieran la inteligencia de saber que con un acto tan inocuo e incontrolable como depositar una papeleta que nadie sabrá nunca, ¡¡¡pueden reventarle los morros a toda la casta política institucional de grandiosos hijos de puta!!!! Sí sólo hubiera 1.800 ciudadanos que no fueran estúpidos, ¡eso sería un espectáculo fantástico, Julián!

    -¿No lo cree usted, Don Alfredo?

    -No. Desgraciadamente, conozco esta ciudad, conozco casi todos sus apellidos, sus familias, sus onomásticas principales, sus estirpes, escudos y abolengos... y así, a ojo de buen cubero, no creo que haya más de 125 personas inteligentes en toda la ciudad... el resto de idiotas, como siempre, nos votarán a nosotros.

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  5. Ánimo Don Ramón, fuerza y honor, que desde la red y especialmente, desde Don Filiberto vamos a impulsar a la opinión ciudadana para despertar esas conciencias e inteligencias necesarias que sumen los 1.800 que van a cambiar la historia de la ciudad !!!!!!!

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