domingo, 11 de julio de 2010

San Benitiño Patrón de Europa


Que buen lugar eligieron los monjes benecditinos para edificar su monasterio en la lejana Edad Media, nada menos que sobre los salones del río Lérez.
Lo cierto es que con el paso de los siglos, en toda nuestra comarca, se le profesará gran devoción a este santo, llegando incluso a nuestros días en forma de afamada romería. Aquí es la única fiesta de Interés Turístico Nacional
Lo más interesante es que ya fue el propio Papa Pablo VI quien en 1964 proclamó a San Benito como Patrón de Europa. No en vano Él y sus monjes configurarán los rasgos más determinantes del hombre europeo. Ciatando a Jesús Martí Ballester podemos decir que:

Su institución monástica había contribuido decisivamente a la creación del espacio espiritual y cultural europeo. En realidad, los monjes benedictinos fueron los primeros que tuvieron conciencia de la nueva realidad postromana, los que sirvieron de puente entre el mundo antiguo y el medioevo, cuando rescataron, cultivaron y transmitieron casi todo el patrimonio grecorromano, sobre todo el pensamiento y el Derecho, dándole además su última y más completa dimensión al injertarlo, como ya habían hecho Pablo y los Padres de la Iglesia, en la matriz evangélica, teológica y espiritual del cristianismo.

Ellos también fueron los que orientaron a la nueva sociedad en su configuración social, política, económica, cultural y religiosa; los que hicieron de la diversidad de esos pueblos una comunidad cohesionada en torno a los mismos valores espirituales, morales y humanistas. Los instrumentos de esa obra fueron la cruz y el arado, la oración y el trabajo, la Biblia y el Derecho romano, el libro y la estética litúrgica, la disciplina y la pax monástica. Por eso los monasterios guardan la memoria y el secreto de Europa. Su recinto es el símbolo de ese espacio occidental: en él se condensa el espíritu, la fuerza, la tensión que engendraron al hombre y al alma europeos.

La construcción de Europa debiera hacerse con los criterios que forjaron las abadías y las catedrales: ellas fueron la obra común del espíritu, de la sabiduría, de la técnica y del trabajo, armonizados en torno a una visión global centrada en Dios y en el hombre

2 comentarios:

  1. A reiterada presencia das ordes benedictina e bernarda na nosa terra (a bernarda ou trapense é a reformada)algo terán que ver co feito de ser Galicia a máis europea das rexiós españolas.
    Os monxes marcaron os tempos da nosa cultura e da colonización do país.
    Non deixa de ser importante que dous monxes benitos, Feijóo e Sarmiento, os dous galegos, pasaren á historia como dúas importantes figuras da Ilustración española.
    Sarmiento incluso recomendaría, en relación coa nosa lingua, "facede o idioma a partir da fala". Pero non lle fixeron caso e, como dí Novoneyra, moitos dos nosos escritores traicionaron a fala popular, non souberon facer de relevistas na formación do idioma, xa conformado nas aldeas.
    Coincidiron Sarmiento e Novoneyra no sentido de que a impronta portuguesa que algús lle queren impoñer ó noso idioma non deixa de sere unha verdadeira traición, a fabricación da "lingua da non-patria" que decía Uxío.
    Pensemos no leigado europeo que nos deixou San Benito, Benito; nunca Bieito, cousa xa pasada.

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  2. ADORADOR DEL PARTIDO12 de julio de 2010, 3:33

    O Partido chámalle "Bieito", coma "Bieito Lobeira". Non creo que haxa máis que dicer ó respeito.

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