Después de dar un paseo por los nuevos desiertos pétreos de Pontevedra, hoy hemos visto de nuevo en obras la interminable Avenida de Santa María.
La protagonista de los trabajos era la antigua fuente de hierro. Sobre sus visicitudes se podría escribir una novela. El 4 de septiembre de 2008 la concejala Teresa Casal declaraba al Diario de Pontevedra que "o proxecto de reforma da avenida de Santa María contempla a integración dos xardíns emprazados diante do Palacete das Mendoza, co obxectivo de convertelos nunha praza arborada (conservaranse algúns dos que hai) con bancos de pedra...A intervención completarase co traslado da fonte ferro existente nese lugar a Celso García de la Riega..."
Despúés, al modificarse el proyecto con la musealización del foso, se volvió a cambiar de idea. Lo cierto es que en diciembre último se inaguró aquel entorno. Como la fuente no gustó en su emplazamiento, se encargaron unas gradas de piedra. Después como el trabajo había quedado a mediohacer, se encomendó a los restauradores que realizasen unas nuevas piezas para los detalles que se habían perdido. Como colofón se volvió a pintar el surtidor.
Ahora parece que hay fugas de agua y hubo que levantar los citados peldaños de piedra. Esta fuente es una ruina.
La protagonista de los trabajos era la antigua fuente de hierro. Sobre sus visicitudes se podría escribir una novela. El 4 de septiembre de 2008 la concejala Teresa Casal declaraba al Diario de Pontevedra que "o proxecto de reforma da avenida de Santa María contempla a integración dos xardíns emprazados diante do Palacete das Mendoza, co obxectivo de convertelos nunha praza arborada (conservaranse algúns dos que hai) con bancos de pedra...A intervención completarase co traslado da fonte ferro existente nese lugar a Celso García de la Riega..."
Despúés, al modificarse el proyecto con la musealización del foso, se volvió a cambiar de idea. Lo cierto es que en diciembre último se inaguró aquel entorno. Como la fuente no gustó en su emplazamiento, se encargaron unas gradas de piedra. Después como el trabajo había quedado a mediohacer, se encomendó a los restauradores que realizasen unas nuevas piezas para los detalles que se habían perdido. Como colofón se volvió a pintar el surtidor.
Ahora parece que hay fugas de agua y hubo que levantar los citados peldaños de piedra. Esta fuente es una ruina.
Por cierto que esta pobre fuente perdió las asas del ánfora que la corona estos días de peñas
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