miércoles, 28 de octubre de 2009

Pesadilla en Pardo Bazán street.


Aunque parezca una noticia de una película de miedo, de Halloween, está previsto estos días levantar el pavimento adoquinado de la calle Pardo Bazán, inaugurado hace poco tiempo, para proceder a su sustitución por una capa de hormigón.
Mira que es dificilísimo contratar en España con una Administración Pública. Al contratista se le exige toda suerte de avales, garantías, no tener deudas pendientes, etc., y sobre todo, justificar su solvencia técnica y financiera para ejecutar una obra pública. Después vendrá toda una legión de funcionarios municipales para supervisar, controlar y certificar dicha obra. Y aun asi se siguen haciendo chapuzas. Al final una mera obra de reparación le cuesta al vecino dos o tres veces más del coste inicial estimado. A lo que habría que añadir las incomodidades y el lucro cesante para los comerciantes y profesionales establecidos en las calles donde se sobreactúa.
Además ahora en Pontevedra surgió la figura del concejal supervisor de obras ya realizadas. Se dedica a fiscalizar el trabajo de la corporación y si hay mucho lío vecinal se vuelve a realizar la obra.

4 comentarios:

  1. http://cesarabal.blogspot.com/2009/10/fole-yo-te-senalo.html

    Ultimamente coincidimos bastante. Un saludo

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  2. Menudo dossier de lectura obligada

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  3. Estou pola labor de desenmascarar a estes tipejos. Os nosos políticos sempre se escudan nos técnicos sen mais responsabilidade e isto non pode ser así. Hai que rendir contas ante a cidadanía que é a soberana e pra elo deben ter a información.

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  4. Onde hai fotografías que calen bocas.
    Todo o que acontece é resultado da corrupción ben mantida pola manada que entrou no concello.

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