Hace ya algo más de una década que se creó el Organismo Autónomo Local “Pazo de Congresos e Exposicións de Pontevedra” precisamente para poner en marcha e impulsar el llamado “Pazo da Cultura” así como el “Recinto Ferial”, edificios ambos del arquitecto Manuel de las Casas.
Lo que era una buena idea para promocionar la ciudad, en el campo de las artes y la cultura, de las exposiciones y aun de los congresos, turismo y ferias comerciales, desde una óptica de capitalidad, al cabo de estos diez años parece que este organismo entró en vía muerta.
De una parte falta dirección artística y proyecto. Aquí tanto se gasta en adecuar las salas de exposiciones como se consolida la presencia de la Policía Local ejecutando una galería de tiro en un espacio ajeno a estos usos.
Por otro lado la obra social de las Cajas de Ahorros ha preferido optar por la construcción de nuevos centros culturales específicos. Solo en el entorno la Plaza de San José tenemos la sede de la Fundación de Caixa Galicia así como el nuevo Auditorio de Caixanova. Como es lógico, estas entidades colaboradoras y promotoras de actividades en el Pazo da Cultura han tenido que cambiar radicalmente de política cultural huyendo de dicho auditorio público.
Otros problemas que presentan la gestión de estos espacios pontevedreses es la competencia surgida en otras localidades, que también han optado por la realización de espacios culturales y feriales como Villagarcía o Sanxenxo.
En fin, desde la óptica de las ferias, en estos últimos años, no se ha sabido potenciar una buena fundación ferial y hoy los índices de ocupación de nuestro recinto ferial, así como el número de eventos importantes celebrados es de pena, de mero trámite anual.
Si a esto unimos la crisis económica, la mayoría de empresas colaboradoras son del ámbito del sector Inmobiliario, caso de Indeza, si aun por encima tenemos abandonada la Isla de las Esculturas, espacio próximo al recinto cultural y ferial, en fin si aun encima se consolida un botellódromo, difícilmente se pueden atraer con estas políticas actividades culturales, congresísticas o feriales que dinamicen el tejido económico pontevedrés.
Lo que era una buena idea para promocionar la ciudad, en el campo de las artes y la cultura, de las exposiciones y aun de los congresos, turismo y ferias comerciales, desde una óptica de capitalidad, al cabo de estos diez años parece que este organismo entró en vía muerta.
De una parte falta dirección artística y proyecto. Aquí tanto se gasta en adecuar las salas de exposiciones como se consolida la presencia de la Policía Local ejecutando una galería de tiro en un espacio ajeno a estos usos.
Por otro lado la obra social de las Cajas de Ahorros ha preferido optar por la construcción de nuevos centros culturales específicos. Solo en el entorno la Plaza de San José tenemos la sede de la Fundación de Caixa Galicia así como el nuevo Auditorio de Caixanova. Como es lógico, estas entidades colaboradoras y promotoras de actividades en el Pazo da Cultura han tenido que cambiar radicalmente de política cultural huyendo de dicho auditorio público.
Otros problemas que presentan la gestión de estos espacios pontevedreses es la competencia surgida en otras localidades, que también han optado por la realización de espacios culturales y feriales como Villagarcía o Sanxenxo.
En fin, desde la óptica de las ferias, en estos últimos años, no se ha sabido potenciar una buena fundación ferial y hoy los índices de ocupación de nuestro recinto ferial, así como el número de eventos importantes celebrados es de pena, de mero trámite anual.
Si a esto unimos la crisis económica, la mayoría de empresas colaboradoras son del ámbito del sector Inmobiliario, caso de Indeza, si aun por encima tenemos abandonada la Isla de las Esculturas, espacio próximo al recinto cultural y ferial, en fin si aun encima se consolida un botellódromo, difícilmente se pueden atraer con estas políticas actividades culturales, congresísticas o feriales que dinamicen el tejido económico pontevedrés.
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