Desde este blog queremos recordar que hoy, 3 de mayo, se celebra en la ciudad portuguesa de Barcelos, su principal fiesta, "A festa das cruzes".
Y esta reseña se hace necesaria porque dicha población está oficialmente hermanada con Pontevedra. Muchos pensarán que este hermanamiento viene de tiempos pretéritos, pues ambas ciudades comparten camino de peregrinación a Santiago, y Barcelos cuenta además con el plus de la leyenda del gallo.
Pero es que resulta que a partir de 1965, unos emprendedores pontevedreses, adelantádose a lo que después sería la Unión Europea, decidieron intensificar las relaciones comerciales entre nuestra capital y las ciudades del norte de Portugal. Fueron tan importantes los contactos con las ferias de Barcelos, que de ahí salió la idea de hermanarse con esa localidad portuguesa, estrechando más si cabe los vínculos culturales. Sobre estos pormenores habría que entrevistar aal Sr. Reguera.
Tanto es así que en 1970, la corporación de Pontevedra decidió bautizar como plaza de Barcelos, al espacio donde nosotros celebrabamos la feria.
Durante muchísimos años, los munícipes de Barcelos nos cumplimentaban en nuestras fiestas de la Peregrina, y nosotros hacíamos lo propio viajando a Barcelos cada 3 de mayo.
Parece ser que esta costumbre se perdió por culpa de una refriega política propiciada por los que ahora nos gobiernan, antes en la oposición, alegando el despilfarro de unas dietas que se venían otrogando para estas ceremonias.
Lo cierto es que llevamos más de doce años sin renovar el pacto de hermandad con Barcelos.
Y esta reseña se hace necesaria porque dicha población está oficialmente hermanada con Pontevedra. Muchos pensarán que este hermanamiento viene de tiempos pretéritos, pues ambas ciudades comparten camino de peregrinación a Santiago, y Barcelos cuenta además con el plus de la leyenda del gallo.
Pero es que resulta que a partir de 1965, unos emprendedores pontevedreses, adelantádose a lo que después sería la Unión Europea, decidieron intensificar las relaciones comerciales entre nuestra capital y las ciudades del norte de Portugal. Fueron tan importantes los contactos con las ferias de Barcelos, que de ahí salió la idea de hermanarse con esa localidad portuguesa, estrechando más si cabe los vínculos culturales. Sobre estos pormenores habría que entrevistar aal Sr. Reguera.
Tanto es así que en 1970, la corporación de Pontevedra decidió bautizar como plaza de Barcelos, al espacio donde nosotros celebrabamos la feria.
Durante muchísimos años, los munícipes de Barcelos nos cumplimentaban en nuestras fiestas de la Peregrina, y nosotros hacíamos lo propio viajando a Barcelos cada 3 de mayo.
Parece ser que esta costumbre se perdió por culpa de una refriega política propiciada por los que ahora nos gobiernan, antes en la oposición, alegando el despilfarro de unas dietas que se venían otrogando para estas ceremonias.
Lo cierto es que llevamos más de doce años sin renovar el pacto de hermandad con Barcelos.
Otra palurdada con dietas por el medio, para romper una tradición. Que tíos....
ResponderEliminarTodo lo que tocan, lo joden. es su mayor virtud
ResponderEliminarMuy BUen Post, sí señor, algo que desconocía de nuetra ciudad.
ResponderEliminarRecuerdo de niño la feria en la plaza de Barcelos toda llena de árboles, creo que eran plataneros que me corrijan si me equivoco.
Si señor Ravachol, plátanos de sombra centenarios de los que sobrevive una hilera
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