Continuando con la defensa del Campillo de Santa Maria, vamos a referirnos hoy a una de las actividades que en aquel espacio arbolado se desarrollaban. Se trata de las verbenas de San Juan. Valga como muestra esta que recoge el Diario de Pontevedra de 1910, apenas hace un siglo.
Ya el dia 23 de junio advertia dicho periodico que "promete resular muy lucida y animada la verbena que esta noche se celebrara en el Campillo, organizada por entusiastas jovenes de Santa Maria...En aquel bonito paraje se levantaran arcos de follaje adornados con banderas y se iluminaran con infinidad de farolillos de colores. Una musica amenizara la verbena durante la cual se disparara variado fuego de aire y se elevaran globos".
La cronica de la velada no puede ser mas exitosa: " Una noche apacible favorecio la concurrencia de la gente de buen humor a las verbenas que en diferentes barrios de la poblacion se han celebrado anteayer. La que se habia organizado en el Campillo de Santa Maria resulto, sin duda, la mas animada y concurrida; pues desde las primeras horas comenzo a reunirse en aquel bonito paraje - sitio muy aproposito para esta clase de fiestas - lo mas escogido de nuestra jueventud bulliciosa. Centenares de farolillos de colores y varias lamparas de acetileno colocadas con gusto entre los verdes arboles que lo circundan, alumbraban el campo en toda su extension, ofreciendo un aspecto verdaderamnte fantastico..."
La cronica señala tambien que en la plaza de la Leña y Virgen del Camino hubo iluminaciones y baile. "En otros varios puntos se hicieron hogueras a cuyos resplandores se bailaba".
Lo curioso del caso es que cinco dias despues, el 29 de junio se celebraria la verbena de San Pedro. El mismo diario recogeria que "las verbenas de la calle Real, Campillo, Echegaray y Virgen del Camino entretuvieron a una gran parte del vecindario hasta muy cerca de la madrugada."
Habria que añadir que "por una muy acertada disposicion del Alcalde Sr Puig, se prohibio a los trasnochadores de las fiestas que les pusieran como remate atravesar las calles de la poblacion cantando unos y berreando los mas".
Ya el dia 23 de junio advertia dicho periodico que "promete resular muy lucida y animada la verbena que esta noche se celebrara en el Campillo, organizada por entusiastas jovenes de Santa Maria...En aquel bonito paraje se levantaran arcos de follaje adornados con banderas y se iluminaran con infinidad de farolillos de colores. Una musica amenizara la verbena durante la cual se disparara variado fuego de aire y se elevaran globos".
La cronica de la velada no puede ser mas exitosa: " Una noche apacible favorecio la concurrencia de la gente de buen humor a las verbenas que en diferentes barrios de la poblacion se han celebrado anteayer. La que se habia organizado en el Campillo de Santa Maria resulto, sin duda, la mas animada y concurrida; pues desde las primeras horas comenzo a reunirse en aquel bonito paraje - sitio muy aproposito para esta clase de fiestas - lo mas escogido de nuestra jueventud bulliciosa. Centenares de farolillos de colores y varias lamparas de acetileno colocadas con gusto entre los verdes arboles que lo circundan, alumbraban el campo en toda su extension, ofreciendo un aspecto verdaderamnte fantastico..."
La cronica señala tambien que en la plaza de la Leña y Virgen del Camino hubo iluminaciones y baile. "En otros varios puntos se hicieron hogueras a cuyos resplandores se bailaba".
Lo curioso del caso es que cinco dias despues, el 29 de junio se celebraria la verbena de San Pedro. El mismo diario recogeria que "las verbenas de la calle Real, Campillo, Echegaray y Virgen del Camino entretuvieron a una gran parte del vecindario hasta muy cerca de la madrugada."
Habria que añadir que "por una muy acertada disposicion del Alcalde Sr Puig, se prohibio a los trasnochadores de las fiestas que les pusieran como remate atravesar las calles de la poblacion cantando unos y berreando los mas".
Ya hemos comentado en otras ocasiones, que hay un fetichismo neosoviético en el afán urbanizador del Partido: tala sistemática de todo arbolado en cada actuación del casco urbano.
ResponderEliminarPrimero fue la plaza de la verdura, Santa María, Laranxeira...ahora el campillo.
Es como una pulsión maoísta por la creación de amplios espacios desnudos y enlosados, por los que quizás, algún día, desfilarán las juventudes uniformadas del partido, los mimos, los perroflautas con djembés y tumbadoras, las escuadras de gastadores y malabares... y cerrando el desfile, las formaciones de blindados de la policía bolivariana municipal.
Me parece a mí, porque de otra manera no lo entiendo. A no ser, claro, que no sea más que un asunto de comisiones de Don Alfredo y subcontratas de obra.
Que maravilla de foto. Tenía que ser espectacular el ver la Ría y el río desde el Campillo. Con esas escalinatas que llevaban hasta el mar. No la puta mierda de paredones que se ven ahora, fruto de la especulación urbanística de hoy y de antes de ayer.
ResponderEliminarFue el "precio" que Pontevedra y todos pagamos por la "democracia", Juan Sin tierra...
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