jueves, 1 de diciembre de 2011

PARA LOS LADRONES DEL CAMPILLO



Destruído el Campillo de Santa María, borrada del mapa la única alameda decimonónica del interior de la villa, habiendo desaparecido de la silueta urbana los árboles que siempre figuraron en las la fotografías antiguas, apenas nos quedan dos opciones.
O mandar a tomar por el culo a los perpetradores de esta crueldad cultural o refugiarse en la poesía.
Para los segundos se adjunta un poema de Viñas Calvo de 1953.


En la cruz una angustia
revivida.

Fecundo es el dolor labrado en piedra,
a la sombra del templo.

Idealidad: el mar en lejanía.

El cristal de la brisa marinera
es una queja hiriente
en la calleja.

Estancia del silencio: inflada nube.

La ceguera de árboles sin huerto,
en breve campo: angustia de la hierba.

¿Llanto en la soledad?

Árboles, nubes
y mar que no se agita.

(Cristal de madrugada,
en los mares sin viento).

Todo en la vida
es un jirón del aire.

El dolor en la piedra:
tortura del misterio.

5 comentarios:

  1. Leer el poema es un gozo, pero maldecir a los ladrones uno y otro día desde que comenzaron con el derribo de la ciudad es un gozo renovado.
    Enhorabuena por llamar a las cosas por su nombre.

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  2. Ladrones, necios, destrollers...nos han robado nuestros recuerdos, Viva la poesía pero que se vayan a tomar por....

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  3. "mandar a tomar por culo" ¿He leído bien o se trata de una errata?

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  4. Pois pola miña banda que vaian tomar polo cú os pailarocos e papaberzas da UPGé e maila dos gin-tonics, todos agachadiños e da manciña.

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  5. Tristán de Montenegro1 de diciembre de 2011, 15:38

    Algún día habrá que hacer en Mourente, un juicio de Nüremberg con toda esta cuadrilla de criminales sectarios y palurdos, que incapaces de crear belleza, se dedican a destruirla.

    Mientras no llegue ese día, que vayan a tomar por culo el alcalde, sus concejales, y el mierda del arquitecto (por llamarle algo) que hizo el proyecto.

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