Es muy curioso el hecho de comprobar como prácticamente ha desaparecido la costumbre de realizar las populares y ancestrales hogueras de San Juan en el centro urbano.
La moda de regularlo todo, hasta el patrimonio inmaterial etnográfico, justificable en muchas ocasiones por motivos de seguridad, y sobre todo, el nuevo modelo de ciudad expresamente residencial, que deja poca cabida a otras actividades, han, insistimos, acabado con la costumbre de las hogueras.
Antiguamente de una forma espontánea, se hacían en cuanto solar abandonado había, en el desaparecido Campillo de Santa María, que revivía esa costumbre el día de San Pedro, en la plaza de Barcelos, en San Roque, las Corbaceiras, Campolongo, etc...
Aunque efectivamente parece que ha subido el número de cacharelas, porque ahora también existe un censo oficial de hogueras municipal, hay que decir que se centran en las parroquias del llamado rural y en los barrios.
Se puede decir que el derecho administrativo ha acabado con la costumbre plenamente urbana de hacer las hogueras de San Xoan. Al menos en Pontevedra.
La moda de regularlo todo, hasta el patrimonio inmaterial etnográfico, justificable en muchas ocasiones por motivos de seguridad, y sobre todo, el nuevo modelo de ciudad expresamente residencial, que deja poca cabida a otras actividades, han, insistimos, acabado con la costumbre de las hogueras.
Antiguamente de una forma espontánea, se hacían en cuanto solar abandonado había, en el desaparecido Campillo de Santa María, que revivía esa costumbre el día de San Pedro, en la plaza de Barcelos, en San Roque, las Corbaceiras, Campolongo, etc...
Aunque efectivamente parece que ha subido el número de cacharelas, porque ahora también existe un censo oficial de hogueras municipal, hay que decir que se centran en las parroquias del llamado rural y en los barrios.
Se puede decir que el derecho administrativo ha acabado con la costumbre plenamente urbana de hacer las hogueras de San Xoan. Al menos en Pontevedra.
Totalmente de acuerdo. Recuerdo la hoguera que espontáneamente se hacía en la plaza del Teucro, luego quedaba la piedra del suelo en el centro de la plaza manchada de ceniza unos días y con dos lluvias se solucionaba.
ResponderEliminarAhora por menos acabas en La Lama
Nunca nos cansaremos de loar la grandeza del Derecho Administrativo, ese "corpus" jurídico heredero directo de la normativa feudal transmutado en el modo de expresión reglamentario de la Unión Soviética enemigo de la espontaneidad, la alegría de vivir y los seres humanos.
ResponderEliminarPero también ese supremo instrumento bajo el que se promulgan las "plazas" en propiedad que tantas miles de vidas vacías salvan cada año, con cargo a los presupuestos públicos.
¿Que sería de nosotros sin el derecho administrativo?
Posiblemente, la felicidad....
Aunque a muchos les joda, Pontevedra está muy bonita y muy triatleta.
ResponderEliminarEs cierto, pero la gente ya no se divierte como antes; el desfase desde luego no tiene la misma intensidad; y además, ahora, si ocurre algo, los ciudadanos buscamos responsables rápidamente en las instituciones. Es una pena, pero también hay que reflexionar sobre esto...
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