Con el títular de "Alerta roja en la construcción" - y en la sociedad habría que añadir - ilustra hoy el Diario una reseña correspondiente al desplome en la concesión de licencias urbanísticas en Pontevedra. Nosotros nos limitamos a reproducir un post de 15 de marzo de este mismo año titulado "Una perla urbanística". Solamente que ahora, además del color azul, destacamos unas frases en negrita, nada más.
Una perla urbanística
En el año 2008, la concejala de urbanismo Teresa Casal, se jactaba de la positiva evolución de las licencias de viviendas concedidas por el Concello de Pontevedra en aquellos días.
Según manifestaba la edil, a la hora de exponer los datos, la capital de la provincia "era ajena a la crisis" y además "está capeando bastante bien la crisis". Llegó a afirmar incluso, que ello se debía a que el modelo urbanístico de nuestra ciudad es "realista y ajustado a las necesidades del mercado, lejos de modelos especuladores y montados en la burbuja como otros municipios".
Hoy, en el primer semestre del año 2011, la realidad ha cambiado bastante, según recoge ahora una información del Faro de Vigo. Y desde luego que no es comparable a la euforia del año 2008.
A día de la fecha, los números ya hablan de "descalabro" en el visado de nuevas viviendas.
"Si hace unos años el horizonte de la ciudad estaba erizado de grúas de construcción, estas estructuras son ahora contadas. Y los datos sobre viviendas visadas el pasado año por el Colegio de Arquitectos de Galicia (COAG) dados a conocer ayer, no hacen más que poner de manifiesto un descalabro total de esta actividad en la capital. Una ciudad como Pontevedra, cuya economía ha estado asentada durante años en la construcción, con una media de casi 800 nuevas viviendas al año (incluso de 914 entre 2000 y 2008), cerró 2010 con apenas 49 visados, la cifra más baja, con diferencia, de lo que llevamos de siglo y únicamente el doble de los 24 certificados, por ejemplo, de Caldas de Reis, que en 2009 había llegado a 31. El desplome de la capital (que en 2009 contabilizaba 91 visados y 945 doce meses antes), aún es más dramático si se compara con los municipios más próximos".
Y no debemos engañarnos, pues esta realidad socioeconómica va a ser el panorama con el que tengamos que lidiar en los próximos años. Hay que ir preparando las cabeciñas para lo que se avecina, porque otras generaciones de gobernantes ya cumplieron su ciclo en otro contexto.
En el año 2008, la concejala de urbanismo Teresa Casal, se jactaba de la positiva evolución de las licencias de viviendas concedidas por el Concello de Pontevedra en aquellos días.
Según manifestaba la edil, a la hora de exponer los datos, la capital de la provincia "era ajena a la crisis" y además "está capeando bastante bien la crisis". Llegó a afirmar incluso, que ello se debía a que el modelo urbanístico de nuestra ciudad es "realista y ajustado a las necesidades del mercado, lejos de modelos especuladores y montados en la burbuja como otros municipios".
Hoy, en el primer semestre del año 2011, la realidad ha cambiado bastante, según recoge ahora una información del Faro de Vigo. Y desde luego que no es comparable a la euforia del año 2008.
A día de la fecha, los números ya hablan de "descalabro" en el visado de nuevas viviendas.
"Si hace unos años el horizonte de la ciudad estaba erizado de grúas de construcción, estas estructuras son ahora contadas. Y los datos sobre viviendas visadas el pasado año por el Colegio de Arquitectos de Galicia (COAG) dados a conocer ayer, no hacen más que poner de manifiesto un descalabro total de esta actividad en la capital. Una ciudad como Pontevedra, cuya economía ha estado asentada durante años en la construcción, con una media de casi 800 nuevas viviendas al año (incluso de 914 entre 2000 y 2008), cerró 2010 con apenas 49 visados, la cifra más baja, con diferencia, de lo que llevamos de siglo y únicamente el doble de los 24 certificados, por ejemplo, de Caldas de Reis, que en 2009 había llegado a 31. El desplome de la capital (que en 2009 contabilizaba 91 visados y 945 doce meses antes), aún es más dramático si se compara con los municipios más próximos".
Y no debemos engañarnos, pues esta realidad socioeconómica va a ser el panorama con el que tengamos que lidiar en los próximos años. Hay que ir preparando las cabeciñas para lo que se avecina, porque otras generaciones de gobernantes ya cumplieron su ciclo en otro contexto.
Pues en mi humilde opinión, yo creo que la retirada masiva de grúas de la construcción, debe formar parte de un plan secreto entre el sector y "OConcello" para realzar (todavía más, si cabe) la preciosidad del "skyline" de la ciudad.
ResponderEliminarEstá pactado entre ambas partes. todo forma parte un plan perfecto y precioso: Pontevedra sin grúas, abierta al cielo, que es dueño de la Tierra y del Mar. Y a donde quiera que mi vista va, sólo diviso belleza en forma de piedra natural, de calles húmedas por las suaves lluvias de otoño, verde musgo, que te quiero verde.... y funcionarios felices y sonrientes que caminan con paso sereno por avenidas y veredas, rumbo a la consellería, o a la Delegación, o al mismísimo Concello donde les espera una discreta plaza en propiedad...
Preciosa, la ciudad esta preciosa sin grúas, sin rudos obreros malencarados, sin volquetes ni camiones, sin prisas, sin tráfico, sin ruidosas obras.... Preciosa está la ciudad para pasear rumbo a tu plaza en propiedad, o quizás a tomar unas copas de vino afrutado, al regresar... Pontevedra está preciosa, y les volveremos a votar !!!!!!!!!!!!!!!!
Hay que ver en manos de que mamarrachos están las cosas públicas. Este es el nivel de análisis, y por supuesto también mide la capacidad de ofrecer soluciones, es decir: Cero.
ResponderEliminarQue se vayan a sus putas casas, o a sus putos puestos de funcionarios, que ya bastante daño han echo a la generación más joven de España.
Estos cabrones se han gastado su dinero, y el de al menos dos generaciones futuras.
Esta es la capacidad de análisis de nuestra clase política. Pura mamarrachería. Tanto para entender lo que pasa, como para ofrecer soluciones.
ResponderEliminarLa verdad es que toda esta canalla política, se ha gastado su pasta y la de al menos dos generaciones de españoles que tendremos que devolverla a golpe de sudor.
Después de toda esta fiesta de la democracia, quines se van de rositas son los de la casta política, los de la mierda de la ETA, los ex directivos de las Cajas de Ahorro, los banqueros, y todos los que van a gozar de unas pensiones de puta madre.
Y a la clase media española que le den por el culo.....
Pues a mi me gusta que me den por culo
ResponderEliminarPor eso voy a seguir votándolos
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