A-57

En primer lugar, ante la sopa de letras propiciada por las promesas de ejecutar autovías en la comarca de Pontevedra, prácticamente todas incumplidas, repetir lo que dice la Wikipedia sobre la A-57: "La autovía A-57 es una futura autovía española. Está situada en el corredor occidental sur de Galicia, que recorre desde O Confurco, en el municipio de Ponteareas, conectando con la A-52, hasta Curro, en el municipio de Barro, pasando por Pontevedra. Está previsto la conexión gratuita de la autopista de peaje, AP-9, que iba a ser autovía A-9, en vez de A-57. Podría relacionarse con la futura autovia A-55 que solo recorre entre La Coruña a Pontevedra, como propuesta de la Xunta de Galicia, para el futuro no tan lejano.
En la actualidad, se encuentra en redacción del proyecto y será una realidad en el año 2015, más o menos."

Nosotros somos de los que opinamos que se trata de una de las vías prioritarias, por una sencilla razón: porque es necesario vertebrar la provincia. No es de recibo que concellos como Pazos de Borbén o Mondariz sean prácticamente inaccesibles. Huelga decir que para Pontevedra, era vital tener una conexión directa con la autovía de las Rías Baixas, A-52, con destinos a Ourense y la Meseta. Además, desde la tan prometida A-57, que ya debía estra inaugurada, era más factible conectar igualmente la capital con el área de Vigo, aeropuerto incluido.

Pero no hay manera. Si en la época dorada de la economía no se supo ejecutar esta vía, difícilmente se podrá realizar ahora con la tremenda recesión a la que nos enfrentamos.

Una de las mayores distorsiones del actual sistema democrático es el de primar al que más tiene, de ahí que se siga insistiendo en ampliar el puente de Rande y favorecer la zonas de costa más saturadas, léase comarca de Vigo, en perjuicio una vez más, del cada vez más despoblado interior.

Lo curioso del caso es que la tan cacareada A-57, debe ser de los escasísimos asuntos en que convergen las tres fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento capitalino, asi como las federaciones de vecinos, y las empresariales.

Pero nadie, hasta el momento, decidió dar un paso al frente y convocar una gran manifestación para demandar al Ministerio de Fomento esta infraestructura. Lo que se lleva en Pontevedra son las manifestaciones de la división, y de ir a la contra.