domingo, 21 de julio de 2013

Las ciruelas de la discordia


La bucólica recogida de unas ciruelas por parte de los vecinos del barrio de A Parda, en las nuevas calles de aquella zona de expansión urbana pontevedresa, acaba de dejarnos perplejos.
Porque no se le ha ocurrido  al concejal delegado de ese barrio, Luis Bará, al parecer también participante en esa recolección de frutas nacidas de cerca de veinticinco ciruelos, decir que dichos árboles no son los más indicados para los espacios urbanos por la suciedad y peligro de resbalones que pueden provocar las frutas caídas.
Como si la anterior obviedad racional no se realizase por el miembro de un gobierno local que siempre presumió de plantar árboles frutales como santo y seña de la llamada "reforma urbana".
Porque aquí parece que nos olvidamos que bajo el mismo alcalde que ahora desaconseja los ciruelos, hace unos pocos años, o meses, se ufanaba de lo contrario.

Y así  parece que aquí  nadie recuerda ya la plantación de los cerezos de la Plaza de la Verdura, una vez que se talaron las catalpas. 

Ni de los treinta manzanos, cuatro ciruelos, seis perales, catorce naranjos, y otros veintidós cerezos que se encargaron en el otoño del año 2001 a un conocido vivero de Gerona, a razón de unos 180.30 euros de precio medio por árbol, para plantar en en las calles Daniel de la Sota, Salvador Moreno - de aquella se llamaba así - y Plaza de San José. Con el agravante de que el concejal Mosquera, el mentor de la idílica huerta urbana, advertía que los frutos no eran recomendables para el consumo humano.

Pero es que en el año 2007 se plantaban en la calle del Padre Luis cinco ejemplares de ciruelo, el mismo número que se colocarían en la cercana rúa del Padre Sobreira. A mayores también se plantarían otros cinco más en el reformado tramo de la calle de Rosalía de Castro...

Pero el despropósito de la cuestión es que en las obras que se anuncian para reformar las rotondas de San Mauro y la avenida de Juan Carlos I, lugar donde se recogieron las célebres ciruelas, se anuncia ahora que el nuevo diseño de las aceras incluirá unas filas de ¡cerezos!
A ver si se aclaran.



3 comentarios:

  1. Si no me falla la memoria (que todo puede ser), me suena que después de plantar los árboles que podían dar fruto, como un año después se reinjertaron de especies "bravas" para no darlo. Ojo, no lo afirmo, pero me quiere sonar.

    Tampoco es ninguna novedad, se hacen las cosas, se deshacen, se vuelven a hacer y seguimos trincando.

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  2. Es lo que tiene estar siempre innovando, y sabiendo de todo.

    También gastaron 1 millón de euros en 2007 y 2008 para regalárselo a los montes vecinales de Pontevedra (que son entidades privadas), para arrancar sus eucaliptos y plantar carballos y cerezos en suelos en los que no eran adecuados, pues solo tienen fertilidad natural para pinos y eucaliptos. Ahora ni hay eucaliptos, ni hay carballos ni las otras especies, que no fueron capaces de salir adelante. Sólo toxos para que todo vuelva a arder. Y un millón menos en las arcas municipales.

    Pero es que estas acémilas del BNG son así de burras y de generosas. Eso sí, generosos con nuestro dinero. No con el suyo ni con sus nóminas blindadas....

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    1. Ah, caray, en eso consistía entonces aquellas pegatinas de "monte vivo".

      Pasmao que me quedo. Lo que hacen algunos por comprar voluntades.

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