Goodbye Brilat

 

Todo apunta a que la célebre Brigada ligera de infantería aerotransportada, con una de sus sedes en el cuartel de Figueirido, ubicado a caballo entre la pontevedresa parroquia de Salcedo y el Concello de Vilaboa, pronto abandonará ese lugar. Y no precisamente para cumplir con algunas de sus misiones internacionales que garanticen la estabilidad en Occidente.

Porque no hay que olvidar que una de las líneas programáticas del actual partido del regidor de Pontevedra, el BNG, amparado por una cierta mayoría de vecinos, fue que dicha Brigada abandonara el cuartel de Salcedo.

Para ello pudieron contar con la inestimable ayuda de la nueva directiva de la Comunidad de Montes quien inició un litigio reivindicando la propiedad comunal de los terrenos donde se asienta la infraestructura militar, desde los tiempos de la Guerra de Cuba.

Gracias a la legislación actual y a la línea jurisprudencial seguida, que da la razón a los comuneros, enervando incluso el status quo dominical del siglo XIX, parece que gran parte de la propiedad pasara a reconocerse, como decimos, de los vecinos de Salcedo. Siguiendo esta vía no nos extrañará pues, que veamos como hospitales, pabellones deportivos, aeropuertos, vías de comunicación y otras infraestructuras puedan sufrir la misma suerte.  Es más, no sé si los dominicos pueden iniciar incluso una demanda para reclamar la Alameda, antigua huerta urbana del convento, hoy en ruinas.

Porque no nos engañemos, aquí de lo que se trata es de defender consuetudinarios derechos medievales antes de que se apuntale la racionalidad del progreso.

No cabe duda de que en el experimento de modelo de ciudad, urbano y social comandado por Fernández Lores,  cuya esencia fundamental es el homo ludens por antonomasia, donde está vetada cualquier atisbo de economía productiva, no tiene mucho sentido que coticen en el municipio cerca de dos mil nóminas satisfechas por todo un Ministerio de Defensa. No tiene igualmente sentido el movimiento económico generado por dicho acuartelamiento, repárese en la intendencia, alquileres, hostelería, concesionarios de coches...Si lo que sobran en España son descampados para instalar cuarteles y campos de tiro.

Hasta las músicas militares no tienen cabida en el proyecto existencial y cultural de Pontevedra ¿Se acuerdan de cuando echaron a la banda de la Brilat de la Cabalgata de Reyes?.