jueves, 21 de marzo de 2013

La clave está en la Pinela




En 1992, el desaparecido párroco de Campañó, el ilustrado Antonio Rodríguez Fráiz, sostenía en un trabajo titulado  “A Pedra Pinela -Marco de Coto”, que si precisamente “hoxe aparecese a Pedra Pinela os problemas entre os concellos de Pontevedra e Poio esmoreceríanse, xa que este outeiro foi dende os tempos medievais punto de referencia e marco de coto denantes as xurisdiccións episcopais reitoras da Vila pontevedresa e frades bieitos de Poio e Lérez ; tamén termo de lindeiros parroquiais de Sancti Petri de Campaniola , San Salvador e San Xoan de Poio  e dende 1820 das división administrativas entre os devanditos concellos”. A lo que habría que añadir que en ese penedo también convergió en su día, el efímero ayuntamiento de Alba y sirvió también para deslindar la parroquia de Santa María la Mayor de Pontevedra.
¿Pero donde se haya exactamente este hito o mojón que sirvió de referencia topográfica durante tantos siglos a varias entidades territoriales?
 Rodríguez Fraiz citaba un documento de 1763, donde aparecía un reconocimiento de marcos entre las parroquias de Campañó y el Monasterio de Poio, muy curioso para deslindar los actuales municipios de Poio y Pontevedra, que lógicamente basaron su término municipal en la existencia previa de dichas entidades parroquiales. La parte más interesante del documento señala por donde discurre la línea divisoria, y dice así: “De este outeiro do Corbo en derechura “Aguas Vertientes”, cortando por el Outeyro da Tomba que es marco de coto, y esta sobre la Fuente da Tomba, que corre para La Casa do Bao; topando en la mesma Casa do Bao por la parte del Vendaval cuia casa también es marco de coto ; y queda toda ella para Campañó y cortando en derechura por el lugar de Bao que  antes fue de Benito Villanueva y oy es deste es cabeza Benito Paz; hasta dar en la Piedra Pinela, que está en medio de la ría de Pontevedra y la que juntamente es marco de coto en donde se acaba esta demarcación…”
Así el citado autor sostendría que la “Piedra Pinela” aparecería en 1988 con motivo de las obras de la Avenida de Beiramar, ejecutadas en las inmediaciones del Puente de la Barca, conjetura que nos parece errónea, puesto que de un documento de 1667, del que hemos encontrado la transcripción, en donde los vecinos de Poio reconocen los límites del Monasterio que “saven que comienza en el Peiraro de la Barca de Pontevedra, cuia Barca y pasaje es propio de dicho Monasterio y corre rio arriba a la Piedra da Pinela que se halla en medio de dicho río y sigue derecho a la casa del Bao...” se desprende que dicho marco pétreo estaba aguas arriba de A Barca.
Así, por lo de pronto, todo parece indicar que dicha “Piedra Pinela”, debía ser un islote rocoso o “cabezo”,  ubicado en las proximidades de la desembocadura del río Rons o de Alba. Este accidente natural, sería un elemento topográfico de más seguridad y contundencia que la imprecisión geográfica que generaría el citado cauce, que variaría debido  al juego continuo de las mareas.
La existencia de un croquis escala 1:5000 elaborado por la “Sociedad Arqueológica” hacia 1890, avala nuestra tesis. En dicho dibujo, que reproducimos de la obra “Pontevedra Villa Amurallada”, se grafía la “Piedra Pinela” en el extremo norte del plano, hacia el oeste del puente del Burgo.
¿Y qué fue de dicha peña tan interesante para la historia local y aun para resolver conflictos de lindes actuales? Pues que quedaría embutida en los rellenos del malecón norte de la ría, actual avenida de Domingo Fontán. Hoy tendríamos que buscarla entre las inmediaciones del antiguo Puente de las Corrientes, el citado malecón y los rellenos de la Junquera hacia el lugar que ocupa la Imprenta provincial.
Habría que concluir diciendo que para los románticos pontevedreses del siglo XIX, dicha “Peña da Pinela”, además de una referencia jurídica, era todavía un lugar mítico. En 1877 Prudencio Landín señaló como precisamente frente al fondeadero de la Pinela, habían desembarcado las huestes de Urco durante unos célebres Carnavales.  En 1888 la prensa local también recogería que durante los festejos de la Peregrina, tendría lugar un certamen de natación entre el puente del Burgo… y el citado bajo de la Pinela. Y en ese mismo año, cuando se le obsequió con una gira por el Lérez al escritor Echegaray, se lanzaron multitud de cohetes desde dicho islote.
Y aunque los pontevedreses de hoy no podamos contemplar dicha peña sujeta al capricho de las mareas, al menos nos quedan unos versos épicos, también decimonónicos de Luis Rodriguez Seoane, que incluso ayudan a situar dicho accidente topográfico:
“Al descansar de la feliz victoria,
Teucro a Helenes fundó sobre estos ríos,
Y anciano ya, morada mortuoria
Quiso tener del mar entre bajíos
La roca de Pinela aun su memoria
guarda y allí con ímpetus bravíos
el río de Alba su corriente abate
y el mar y el Lérez siguen en combate”

5 comentarios:

  1. La Pinela desapareció víctima de la barbarie del desarrollismo de los años 60.

    Pero estos años los pontevedreses ´(y lo que no lo son pero nos visitan), también hemos perdido muchas cosas, víctimas de la barbarie del BNG, como por ejemplo el Campillo de Santa María, y lo peor es que se anuncian nuevos atentados contra el Patrimonio y la Memoria colectiva, que al igual que la Pinela, quedarán impunes.

    A mi todos los puercos me dan asco, sean dunha Beira, ou doutra Beira.

    Non sei si se me entende.....

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  2. Un análisis brillante, don Filiberto!!!!

    Mis mejores congratulaciones por esta nueva aportación histórica. Y del buen gusto.

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  3. Antón Doval Adán25 de marzo de 2013, 0:28

    A Pineal destruíuna Franco.Vou a propoñer na nosa asemblea volvela a poñer onde nos cadre para gañar terras a Poio.

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    1. Foi Franco o asasiño das classes meias españolas, quen arrebentou a Pinela,e dígoche máis:

      É sabido que veu el personalmente a dinamitala, e quixo ser quen premera o botón do detonador,aproveitando uma visita a Escola Naval no Azor.

      Tal era o odio que lle tiña á sociedade civil e a cidadanía de Pontevedra....

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  4. Antón Doval Adán26 de marzo de 2013, 0:22

    Igual non a destruíu, e a ten a sua filla no pazo de Meirás. Haberá que botar un ollo alí.

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