Del "Semanario Pintoresco Español", de un número del lejano 1847, reproducimos para este blog, la que consideramos primera vista y testimonio gráfico, del desaparecido Palacio y Torres de los Churruchaos, ese monumento que se ubicaba en las inmediaciones de la actual Avenida de Santa María.
El texto de la revista que acompaña al dibujo es una crónica del escritor del romanticismo gallego, Antonio Neira de Mosquera, y se refiere a la vida novelesca de la estirpe de los Suárez de Deza, los Torrechanos o Churruchaos.
Del monumento solamente dice que que "es de antigua construcción y se distingue por la buena distribución de sus principales cuerpos y la pintoresca posición donde aun se conservan sus ruinas. Edificado cerca de la antigua colegiata de Santa María, donde tiene un santuario la cofradía de los pescadores del barrio de la Moureira, consta de una sólida cortina cerrada por dos torres que fabricadas según el gusto de aquellos tiempos presentan el aspecto ambiguo de fortaleza y palacio que tenían las casas solariegas de los siglos medios".
Lo que no sabemos es si existe una reproducción de este grabado, en el CITA, el centro de interpretación de las Torres Arzobispales.
El texto de la revista que acompaña al dibujo es una crónica del escritor del romanticismo gallego, Antonio Neira de Mosquera, y se refiere a la vida novelesca de la estirpe de los Suárez de Deza, los Torrechanos o Churruchaos.
Del monumento solamente dice que que "es de antigua construcción y se distingue por la buena distribución de sus principales cuerpos y la pintoresca posición donde aun se conservan sus ruinas. Edificado cerca de la antigua colegiata de Santa María, donde tiene un santuario la cofradía de los pescadores del barrio de la Moureira, consta de una sólida cortina cerrada por dos torres que fabricadas según el gusto de aquellos tiempos presentan el aspecto ambiguo de fortaleza y palacio que tenían las casas solariegas de los siglos medios".
Lo que no sabemos es si existe una reproducción de este grabado, en el CITA, el centro de interpretación de las Torres Arzobispales.
El texto original de 1847 estaba redactado en lengua española. De aquella no se utilizaba el gallego escrito. Ni de forma natural, ni ahora como farsa. Pero no desapareció como lengua popular, como probablemente le vaya a pasar ahora, no por sus enemigos, sino por sus supuestos amigos.
ResponderEliminarImagino que esas ruinas de las torres, serán ahora parte de alguna de las zanjas temáticas del BNG.
Como diría un tagalo filipino:
Pontevedra ay maganda
En el CITA no existe ninguna referencia a este doumento. Saludos.
ResponderEliminarAunque tu ser no adivino
ResponderEliminary aun con más respeto sumo,
oiga bien amigo mío:
que le den muy bien por culo.