lunes, 24 de agosto de 2009

La plaza de la Alhóndiga y el "Fiel Contraste".



Ante el anuncio de la colocación de un conjunto escultórico, que represente la figura del “Fiel contraste”, en la pontevedresa plaza de la Alhóndiga, lindando con la fachada posterior de nuestro palacio municipal, erigido en el pasado siglo XIX por el reputado arquitecto Sr. Rodríguez-Sesmero, enseguida habría que desmentir las declaraciones realizadas por la alcaldesa en funciones, en el sentido de que dicho artífice diseñó dicha fachada trasera como “portada principal”, ya que daba hacia lo que hoy denominamos como Centro Histórico.
Nada hay más errado. Solamente con ser un poco observadores comprobaremos como Sesmero ejecutó como fachada principal la que mira hacia la Alameda, y en eso consiste una de las novedades del nuevo palacio municipal, pues las antiguas Casas Consistoriales que ocupaban el mismo solar si que lindaban hacia la antigua villa amurallada.
Porque las cuatro elegantes columnas estriadas que enmarcan la puerta están en la plaza de España, lo mismo que el reloj del pueblo en el ático del edificio o el balcón principal con su juego de banderas. En fin desde 1880 los pontevedreses pueden leer el rótulo de CASA CONSISTORIAL en esa fachada principal.
A nosotros nos parece desacertada la idea de levantar un conjunto escultórico de fundición y acero corten en ese preciso entorno porque la plaza de la Alhóndiga, que heredó el nombre de los antiguos almacenes de cereales que se ubicaban en las citadas Casas Consistoriales, es un espacio que se conformó hace ya más de ciento veinte años, y la característica principal de esta irregular plazuela es precisamente su vaciedad.
Si lo que se pretende, en palabras de los responsables políticos, es “dignificar la fachada trasera del Concello”, pues precisamente habrá que eliminar todos los añadidos que impidan su correcta conservación y aun contemplación; recordemos que ahí se sitúan contenedores de basuras, señales de tráfico, cables, aparcamiento de vehículos oficiales, etc., lo cual quiere decir que dicha revalorización es incompatible con la colocación de un conjunto que perturbe la visión del palacio municipal.
Porque habría que advertir que el edificio que levantó Rodríguez – Sesmero es una de las más afortunadas muestras de la arquitectura institucional gallega de influencias francesas, concretamente se remite al estilo “II Imperio”.
Por eso es obligatorio explicarles a técnicos y políticos que una buena gestión de nuestro patrimonio cultural obligaría a valorar el zócalo y las pilastras almohadilladas, las balaustradas entre otros elementos, y aún si se quiere, el campanil de hierro traído del desaparecido Hospital de San Juan de Dios y que todavía es visible en la cubierta del ayuntamiento desde la plaza de la Alhóndiga.
El problema de estas actuaciones – de instalación de estatuas- además de su marcada discrecionalidad, es que pueden acarrear el efecto de la trivialización del valor cultural de nuestro Conjunto Histórico.
Imaginémonos en el parque temático en el que nos convertiríamos si un concejal situara un ferreiro de bronce en la Herrería, una vendedora de feixes en la plaza de la Leña, otra verdulera en la de la Verdura y así sucesivamente.
El problema que venimos advirtiendo en estos últimos años es que los políticos y técnicos culturales del Concello no saben distinguir bien entre lo que es la conservación o restauración patrimonial y lo que es la recreación, la evocación y la investigación histórica.
Así la figura del “fiel contraste” aquel imparcial funcionario del siglo XVI que velaba por la fidelidad de pesos y medidas sería bien visto como personaje de una recreada y teatral Feira Franca. Pero más difícil es sostener su perpetuación en bronce en un espacio público que la ley lo protege y valora precisamente por la característica de su “vaciedad”.

4 comentarios:

  1. La fotografía fue obtenida del proyecto virtual "praza efemera" del Concello de Pontevedra.
    Representa el paso de la procesión de Corpus por la plaza de la Alhondiga allá por 1920

    ResponderEliminar
  2. Te copio entrada íntegra y me alegro muchísimo de tu salto a la blogoesfera. O el ciudadano o nadie le podrá parar los pies a esta gente.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Buen post.
    Harán falta muchos más para que aprendan, porque quieren repetir y seguir con la deconstrucción de la ciudad, con el diseño de su ruína total.
    Vincularé esta entrada a mi blog, o blog de xesús lópez, si no hay inconveniente.

    ResponderEliminar
  4. Excelente artículo..... bien fundamentado técnicamente, acertado en el fondo, pertinente en la forma, equilibrado al paladar con abundantes notas florales y aromáticas que tienen el poder de trasladarnos a otros tiempos ya pasados, con apuntes de cardamomo y nuez moscada, entre puestos municipales y plazas medievales... y además de todo ello, no falta el toque picante yespeciado de la crítica irónica a la gestión de la peor generación que jamás alcanzó el poder en España (y que jamás habrá otra igual ni peor, por siglos que pasen)

    AMEN IN THE NAVY

    FELICIDADES DON FILIBERTO!!!!!

    ResponderEliminar