Los no nombres de las calles

Cuando se acomete el proceso de urbanización, y ya no digamos de construcción, de una nueva unidad de actuación, el resultado final sobre el territorio es de tal magnitud que queda irreconocible éste debido al grado de humanización allí ejecutado.
Viene esto a cuento por la contumacia de la Comisión de Cultura Municipal en rescatar para los nombres de las nuevas calles abiertas, muchos de los microtopónimos de los terrenos que hasta ese proceso urbanizador eran rústicos. De seguirse con esta tendencia nos encontraremos con que todas las calles nuevas de Pontevedra serán rotuladas como leiras, veigas, agros o regos en la generalidad de los casos.
Un caso disparatado de esta línea de actuación municipal lo constituyó la rotulación de las nuevas vías que se hicieron a raíz de la desaparición del cuartel de Campolongo. Para esa ocasión se recurrió al viejo Catastro de Rústica, sin reparar en que el hito urbano e histórico de ese espacio fue la presencia del cuartel de artillería, del que no quedó rastro en el nomeclator de la zona, lo que no deja de ser una traición a la historia de la ciudad y sus gentes.
Ahora también se acude al rigor de la investigación catastral, de rústica, para bautizar a once nuevas calles de la unidad de actuación 18, la 13 y Valdecorvos, donde no deja ningún resquicio para los nombre patronímicos u honoríficos, de personalidades ligadas a la ciudad. Todo se reduce a la tradición agraria, que en muchos casos ya ni se conservaba en la memoria popular.
Y pensar que ya desde el siglo XIV Pontevedra contaba con una calle dedicada a Don Gonzalo.
También sería interesante saber la opinión del movimiento feminista ante estas decisiones, puesto que se está perdiendo una oportunidad para equilibrar las personalidades de nuestro callejero urbano, que salvo excepciones, es mayoritariamente masculino.
Como no estaría de más recabar igualmente la opinión de otras comisiones cívicas que quieren dedicar calles de la nueva Pontevedra a ilustres vecinos desaparecidos como el Doctor Días Lema o los Hermanos Brea, por lo que en principio apunta a que estamos ante todo un desaire institucional.
En fin, que de llevarse a extremo este nuevo criterio de emplear términos del mundo agrario ligados al territorio, habría que rebautizar la rúa dedicada a Castelao sustituyéndola por la de "Granxa do caño", que es así como aparece en los papeles antiguos.
Vale para los responsables culturales del BNG, apoyados en esta ocasión por el resto de los grupos políticos aquello de "Veñen os do monte a correr cos da corte".