Para contrastar con el bosque de farolas de acero inoxidable en que quieren convertir los alrededores de la Alameda, Plaza de España incluida, hoy ofrecemos una delicatessen patrimonial, una referencia que creo no viene en ninguna guía turística o cultural de Pontevedra. Nos estamos refiriendo al par de farolas que todavía podemos contemplar frente al palacio de la Diputación Provincial, en la Avenida de Montero Ríos. Se trata de las farolas de alumbrado público más antiguas de la ciudad.
Datan de 1915, año en que esa institución decide su adquisición a una empresa viguesa, "La Industriosa" del célebre emprendedor Antonio Sanjurjo Badía.
Tienen por lo tanto casi cien años.
La prensa de la época recogió el dato, que dichos elementos costaron al erario público, 950 pesetas, las dos, y que estaban provistas de cinco focos de luz, a la vez que iban decoradas con elementos de hierro forjado, no en vano estaban en lo artístico, muy influenciadas por el movimiento modernista.
En fin todo unas joyas de metal, oriundas de una fundición de Vigo.
No vamos a decir que ahora se fusilen estos modelos, pero por lo menos las antiguas marcaban, un canon, unos materiales y un cromatismo diferentes a las que se quieren instalar. Aun por encima parece que salieron duraderas.