La desdichada misiva del alcalde capitalino al presidente de la Diputación -ambos políticos representates de la conquista salnesiana - sobre la gestión de nuestro Museo Provincial, nos da pié a recordar los intentos fallidos de creación de museos que hubo en la ciudad del Lérez en la última década.
El primero fue el célebre MEPO, pues con esa denominación así llegó a constar en la puerta del pazo de Mugartegui, rehabilitado con fondos europeos URBAN precisamente para Museo Etnográfico. Sólo pensar el Bng, -que fue incapaz de atraer alguna industria o institución a la ciudad en más de una década - que tenía que crear una nueva infraestructura, le entró tal canguelo que acabó cediendo el espacio de Mugartegui al Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas, entidad que se ubicaba en Salcedo.
Aunque quizás el museazo más sonado haya sido el denominado como "Museo da Historia" aprovechando las excavaciones de la plaza de Valentín García Escudero. Cambios de la normativa urbanística, concurso internacional de proyectos, presupuestos multimillonarios, y sobre todo mucha propaganda, todo con el fin megalómano y soberbio, de gestar un proyecto que ya era notoriamente insostenible en "tiempos de bonanza",-como así mantuvimos algunos - y que al final la bendita crisis acabó por hacer inviable.
También en estos últimos años se adquirieron unos muiños en el tramo urbano del río de los Gafos para dedicarlos a fines museísticos pero a día de hoy no se sabe a ciencia cierta cual será su destino.
La verdad es que el político de Ribadumia acertó en este caso cuando dice que "Lores arregle a súa casa antes de falar do museo".
Pregunto yo, (sin acritud alguna,¿eh?), ¿y la decisión de la Diputación de suprimir el Museo Provincial como organismo autonomo, integrarlo en su entramado administrativo y suprimir de un plumazo el Patronato del que formaron parte insignes pontevedreses en los últimos 80 años (tu lo sabes mejor que nadie, Leoncio), no te merece algún tipo de comentario más que la "desdichada" carta de Lores?
ResponderEliminarjajajaja pero si cobraban coooooooobraban, cooobraban, del Patronato Lores y sus muchachos, que tristeza
ResponderEliminarNo se de que Patronato habalas, pero me da mal rollo pensar en los "insignes pontevedreses" que podrían estar a día de hoy en tal organismo.
ResponderEliminar¿Por curiosidad, los insignes cobraban o era el tema en plan altruista?
Me temo que alomenos habería algunhas dietas polo medio. ¿Non sí?
DICCIONARIO DEL AMOR (III PARTE)
ResponderEliminar“NOBILIARIOSIS”
Según el DSM IV (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría, podemos definir la Nobiliariosis como un trastorno mental y disocial en el que se dan Patrones de comportamiento, intereses y actividades restrictivos, repetitivos y estereotipados, manifestados al menos por una de las siguientes características:
1. preocupación absorbente por patrones de interés estereotipados y restrictivos que son anormales, por su intensidad, y por su objetivo relacionado con todo lo tradicional, antiguo, nobiliario, la heráldica, los blasones, escudos, la pureza de sangre, los apellidos nobles, lo dinástico, las efemérides, la genealogía propia, el origen de Colón, las sagas familiares en una búsqueda permanente de atribuciones fantasiosas de virtudes imaginarias y colectivas a la propia persona por herencia “de sangre”.
2. adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no funcionales relacionados con las tradiciones culturales, poéticas, sociales y religiosas del entorno.
3. manierismos motores estereotipados y repetitivos (p. ej., sacudir o girar manos o dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo, frases compuestas como “usted no sabe con quién está hablando…”, “PTV de toda la vida…” “¿tú de quién eres…?”) en relación con el punto primero.
4. preocupación persistente por los orígenes antropocéntricos e históricos de la ciudad manifestándose en comportamientos perturbadores causando un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, laboral y otras áreas importantes de la actividad del individuo, hasta el punto de apreciarse una notable desconexión con la realidad presente.
En cualquier caso el afectado de nobiliariosis presenta un cuadro que puede resumirse en una preocupación obsesiva y disfuncional por lo pasado que absorbe el interés del enfermo, en detrimento de su adaptación social y personal, con retraso clínicamente significativo del desarrollo cognoscitivo y del desarrollo de habilidades de autoayuda propias de la edad.
NOBILIARIÓTICO: afectado de nobiliariosis